Tras la celebración de los “Oficios” del Jueves Santo, la misa del Mandato, los cofrades de Membrilla se echaron a la calle en una extraordinaria tarde de primavera, con el sentimiento encontrado de poder ver salir sus pasos del templo, pero conscientes de la necesidad de la lluvia este mes de abril.
A las 20:30, cuatro hermandades y cofradías de la Semana Santa local se congregaron en el entorno del templo parroquial para iniciar el relato evangélico de las horas posteriores a la Última Cena.
La Hermandad de San Juan Evangelista abría la procesión con el paso de la Oración en el Huerto, llevado sobre ruedas. También el titular San Juan Evangelista, portado en andas por hermanos cofrades Todo ello completado con sus filas de penitentes vestidos con su hábito rojo y capa verde y el grupo de pequeños cofrades que abren el cortejo portando desde los años 60 los símbolos del discípulo: la palma y la pluma y el tintero. El acompañamiento musical a cargo de su Agrupación Musical San Juan Evangelista, que enmarcaba la salida de su titular con su primera marcha propia, estrenada esta Semana Santa: A quien Jesús amaba.
Tras ellos, desfilaba la Cofradía de la Santa Veracruz y Cristo Resucitado, la cofradía cuya raíz se pierde en los primeros Jueves Santo de la historia cofrade. Procesiona este Jueves con su paso de Cristo atado a la Columna, sobre ruedas, en un cortejo precedido por los estandartes de las Siete Palabras, una de las señas identificativas de una hermandad vinculada desde el siglo XV a la flagelación, a la disciplina y a la cruz.
Quince años cumple este Jueves Santo la incorporación a la procesión del paso del Cristo Rescatado de Medinaceli, de la Hermandad de la Santa Verónica y Cristo Crucificado, portado en andas por cofrades de la hermandad y acompañado por la Agrupación Musical Santa Verónica.
Cierra la procesión del Jueves Santo la imagen de la Stma. Virgen de la Esperanza, de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad y Stma. Virgen de la Esperanza. Único paso portado a costal de la localidad, que desfiló precedido de sus penitentes, vestidos con dos hábitos diferentes, el negro y el verde y marfil.
Actuó como banda de palio, por primera vez en la Semana Santa membrillense, la agrupación nacida de la fusión de las dos bandas de música de la localidad: la Banda de Música Virgen del Espino y la Asociación Musical Maestro Emilio Cano: Un impresionante conjunto de músicos que enmarcaron de modo solemne y espectacular la salida de la Esperanza bajo los sones de Mi Amargura.