Centenares de vecinos y vecinas de Membrilla se sumaron el pasado Domingo de Ramos a la Procesión de las Palmas, uno de los cortejos que más modificaciones ha sufrido en los últimos años con la finalidad de convertirlo en lo que ya se adivina tras el movimiento de palmas y ramos de olivo: una fiesta de la entrada de Jesús en Jerusalén como preludio de los días grandes de la Semana Santa local.
Tras la bendición de las palmas por el párroco Raúl López de Toro en la ermita de San Mateo, la procesión partió hasta el templo parroquial de Santiago el Mayor, donde tendría lugar la Eucaristía. El cortejo cuenta con dos elementos singulares. Por un lado, la ausencia de una talla de la entrada de Jesús, conocidas popularmente como Borriquillas. Esta se suple con la participación de “figuras vivas”, miembros de hermandades y niños que representan a Jesús y a los discípulos. Por otro, la reciente incorporación de niños y niñas a la procesión, vestidos al modo hebreo. Una iniciativa surgida hace apenas diez años que ya está consolidada en este Domingo de Ramos.
El cortejo contó con la presencia de autoridades religiosas, miembros de la Junta y distintas hermandades y cofradías de la localidad y la pregonera del 2023, María Muñoz, además de la corporación municipal.
El acompañamiento musical correspondió a la Agrupación Musical Santa Verónica.