Aunque la fecha exacta de su llegada fue el 13 de abril del 2019, sería un día como hoy, el sábado anterior al Domingo de Ramos, cuando el Niño Jesús Nazareno de la Misericordia, la nueva talla de la Hermandad de Jesús Nazareno, llegaba hasta la localidad de Membrilla. La Hermandad había elegido para su bendición la misa de tarde de esta jornada, especialmente significativa para los hermanos al estar ofrecida a sus cofrades difuntos.
Después de tres años de trámites, la Hermandad de Jesús Nazareno recibía la autorización del Obispado para la bendición de la nueva imagen. Así, según la crónica de ese año “el Niño Jesús Nazareno de la Misericordia era bendecida por Raúl López de Toro, párroco de Membrilla, en una iglesia de Santiago el Mayor repleta de fieles en la que también estuvieron presentes los miembros de la Junta Directiva de Jesús Nazareno. El propio párroco explicaba la razón de la advocación “de la Misericordia” recibida por el Niño: “El motivo principal es que había que darle un nombre distintivo aparte de Niño Jesús Nazareno, qué es un nombre genérico y descriptivo, y llamarle “de la Misericordia” es poner el foco de la devoción a Jesús donde los papas San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual Papa Francisco han querido poner estos últimos tiempos a la Iglesia: bajo la Divina Misericordia. Es una devoción nueva que nace en el siglo XX en Polonia, aunque está basada en la tradición bíblica y auténticamente apostólica de la Iglesia. Una devoción que actualiza la devoción del Sagrado Corazón de Jesús y la confianza en su divina Misericordia: “Jesús, confío en ti”. Particularmente para mí es una devoción que me ha marcado desde que estoy en Membrilla y me ayuda mucho en mi vida espiritual como cristiano y como pastor y quiero darla a conocer más y más. ¡Qué mejor que unir la nueva imagen de un Niño Jesús Nazareno a su Misericordia y que arraigue en la devoción popular de nuestra gran Semana Santa!”
La imagen procesionaría por primera vez en nuestra Semana Santa en la madrugada del Viernes Santo, llevada en andas por niños de la Hermandad, y precediendo el paso del titular Jesús Nazareno. Ese vínculo entre las dos imágenes nazarenas estaba en la mirada del autor a la hora de su concepción.
Francisco Javier Muñoz Boluda, artista criptanense, tuvo muy presente, a la hora de perfilar la talla del Jesús Niño, la figura del titular de la hermandad, Jesús Nazareno, y su iconografía, Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario, con la finalidad de establecer un diálogo entre las dos imágenes. De hecho, la mirada del Niño, dirigida hacia abajo y llena de serenidad, reproduce la mirada del Jesús Nazareno titular. Así la describía el propio imaginero: “La talla representa al Niño Jesús abrazando la cruz indicando el camino a seguir, como bien nos lo anuncia el Evangelio (“El que quiera ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Mt 16,24”). Es un símbolo de que cada persona debemos coger nuestra cruz, como el Niño recoge la suya consciente de su destino, mientras que con la palma izquierda nos invita al diálogo.”
En cuanto a la obra, según descripción del propio Muñoz Boluda, “es una talla labrada en madera de cedro real completamente anatomizado, siguiendo los procesos clásicos de la imaginería española barroca, estucado, policromado al óleo y finalmente patinado a base de tierras y ceras. De estilística naturalista en la que se trata de dar realismo a la escena de forma que el objetivo sea contemplar una obra donde lo importante es la naturalidad.”