Membrilla celebraba el pasado fin de semana los actos centrales de la festividad de San Antonio Abad, adelantados un par de días a la conmemoración oficial del 17 de enero y, por segundo año consecutivo, aprovechando la presencia del sol tras varias ediciones marcadas por la lluvia.
La nueva y joven Junta Directiva, que estrenó mandato en la fiesta del 2016 presidida por David Villahermosa, siguió apostando por consolidar y enriquecer aún más la celebración del santo viejo, una de las de mayor tradición en la localidad. Con este motivo, los actos programados se vieron ampliados al fin de semana anterior, donde se celebraron campeonatos de tángana y petanca, además de una carrera de cintas a caballo, actividades que gozaron de una gran participación pese a las bajas temperaturas y la intensa niebla que cubría las instalaciones del Polideportivo Municipal.
En un guiño indispensable a las nuevas generaciones, futuro de la fiesta, la Junta Directiva promovió además un concurso de dibujo que acercó la figura de San Antón a los más pequeños de la localidad.
Los actos religiosos comenzaron el jueves con el triduo en honor al santo, que se prolongó en el templo parroquial hasta la noche del sábado, en una misa dedicada a los difuntos de la hermandad. Tras la eucaristía, Junta Directiva y vecinos de Membrilla se desplazaron al recuperado espacio de los Paseos del Espino, donde se procedió al encendido de la hoguera de San Antón, lugar de encuentro en torno a antiguas tradiciones con el amparo y refugio del cercano Pabellón del Espino, donde no faltaron ni la música ni el zurra.
En la mañana del domingo, migas para los hermanos en el tradicional desayuno. Horas más tarde, la Banda de Música Virgen del Espino y la Junta Directiva recogieron en su domicilio a Miguel Ángel Chacón y Dioni Martín, cumplidores 2017, para trasladarse hasta la parroquia, donde Raúl López de Toro ofició la eucaristía en honor a San Antonio Abad. El párroco dedicó su homilía a recuperar la rica figura del santo eremita fundador de la vida consagrada, un ejemplo de entrega y ejemplo moral tanto en su vida como en su obra.
Tras la bendición de los animales en la portada sur del templo parroquial, la imagen de San Antón, portada en andas por los miembros de la Hermandad, recorrió las calles de Membrilla en su itinerario habitual en una procesión caracterizada por las tres vueltas que las caballerías dan al triángulo de las calles Mayor, García Lorca y San Miguel, pasando por delante de la imagen del santo.
Precedía la comitiva numerosos vecinos, sobre todo los más pequeños, acompañados de sus mascotas en un improvisado, divertido y variado zoo doméstico. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Música Virgen del Espino, dirigida por Jesús Herrera. Tras la procesión, agasajo para los hermanos en el Pabellón del Espino, donde se celebraron los habituales sorteos del santillo, mantecados y jamones.