Siguiendo un ritual que atesora ocho siglos de antigüedad, las imágenes de la Virgen del Espino y de San José volvían el pasado lunes hasta su ermita del cerro del Espino en un multitudinario y emotivo acto popular que cierra el calendario religioso de los Desposorios, fiestas patronales de Membrilla.
Durante diez días, la patrona ha permanecido en la iglesia Parroquial de Santiago el Mayor, donde ha sido honrada con el antiquísimo Novenario, predicado este año por los Padres Pasionistas de Daimiel.
Unas fiestas especialmente tristes, marcadas por el fallecimiento de dos jóvenes de la localidad en accidente de tráfico, pero que han seguido la línea de crecimiento iniciada hace años, llena de actividades lúdicas y deportivas dirigidas a toda la población en las que los vecinos participan de modo masivo. El arranque, un sentido y emotivo pregón de inauguración a cargo de uno de los vecinos más queridos: el guitarrista José Tomás Jiménez.
Entre las novedades más visibles, la vuelta de las atracciones a la cabecera del recinto ferial, recientemente habilitado. Decisión que en un principio contó con el plante de los feriantes, por situarse en un extremo de la zona de fiestas, pero que estética y funcionalmente se ha revelado como una opción que engrandece la feria, ubicándola en un recinto remozado y mejor preparado.
El domingo 21 Membrilla celebraba los sagrados Desposorios entre María y José, acto singular de la tradición judía citado de pasada en los Evangelios, pero que forma parte de la tradición cristiana teniendo como referencia antiguos textos apócrifos y escritos de los padres de la Iglesia. Durante la celebración de los Desposorios, el predicador puso en valor los medios de comunicación y las redes sociales destacando su importancia comunicativa y de difusión de las ideas y sentimientos cristianos, frente al mal uso o, lo que también es grave, un uso trivial.
Los ya desposados María y José protagonizaron la procesión del domingo por la tarde, en un recorrido por las calles de la localidad que culminaba en el tradicional Ofrecimiento en la Plaza Grande: Un acto de solidaridad económica con la Cofradía que congrega a prácticamente toda la población, multiplicada en estos días de fiestas.
La procesión del Domingo de Desposorios configura un cortejo singular, al igual que los actos de Bajada y Subida, con presencia de instituciones prácticamente únicas como el cuerpo de alabarderos encabezado por su Alabardero Mayor y su abanderado; figuras como los Cumplidores, este año la familia Bellón Fuentes; las propias imágenes de culto, que pese a no tener una especial antigüedad tienen un incalculable valor sentimental para los vecinos; la corte de honor de las fiestas , con su reina y damas; y el acompañamiento musical de nuestras dos grandes formaciones bandísticas: la Banda de Música Virgen del Espino y la Asociación Musical Maestro Emilio Cano. A todos ellos se suman autoridades religiosas, reuniendo a un gran número de sacerdotes hijos de Membrilla, los miembros de la Cofradía, presidida por Pilar Ramos, y autoridades civiles de la localidad a las que suelen sumarse representantes de instituciones regionales y estatales.
En la mañana del Lunes de Desposorios, Membrilla volvía a echarse a la calle para acompañar a su patrona en la popularmente conocida como Subida de la Virgen a su ermita. Miles de vecinos llenaron las inmediaciones de los Paseos del Espino y la cabecera del Parque para asistir a uno de los acontecimientos más emotivos del devocionario local. ´
Tras una celebración eucarística en el templo parroquial, las imágenes de la Virgen del Espino y de San José partían acompañados de nuevo de su singular cortejo. Llegados a los pies de la ermita, las imágenes de la Virgen del Espino y de San José fueron subidas hasta su ermita, portadas por los familiares y amigos de los Cumplidores y por los alabarderos, respectivamente, y acompañadas por las notas del Himno de la Virgen interpretado por la Asociación Musical Maestro Emilio Cano. Era el cierre oficial del ciclo religioso de los Desposorios en Membrilla.
El cierre oficioso se vivía un año más hasta altas horas de la madrugada en la Plaza del Azafranal con la popular y multitudinaria Puja de los objetos donados a la Virgen, que este año ha contado con la participación como “subastadores” de José Jiménez a primera hora y de Cándido Sevilla en su largo desenlace.