Miles de vecinos vivieron este Jueves Santo en el entorno del templo parroquial de Santiago el Mayor participando en los actos litúrgicos y procesionales que protagonizan el Día del Amor Fraterno en nuestra localidad; masiva respuesta favorecida por la extraordinaria implicación de los vecinos con su Semana Santa y además por el buen tiempo reinante en el primero de los tres Jueves del año que, según el refranero popular, “relucen más que el sol”.
Las visitas al Monumento instalado en la capilla del Santísimo, sobrio y elegante altar donde la instauración de la Eucaristía encierra su elevado significado en sencillos símbolos, se sucedieron durante toda la jornada, prolongándose en la Hora Santa de Oración hasta la madrugada. Y, de nuevo, altísima participación en la celebración de la Cena Vespertina del Señor, entre unos muros en los que aún resuena el discurso firme en torno al Amor del sacerdote D. Pedro Roncero.
A las nueve de la noche, iniciaba su recorrido la procesión del Jueves Santo en la que realizan su estación de penitencia de modo conjunto cuatro de las hermandades y cofradías de Pasión de la localidad. Un itinerario repleto de vecinos dispuestos a presenciar un extraordinario cortejo que no sólo se convierte en una catequesis viva de las horas previas de la Pasión por las calles de Membrilla, sino que suma el valor añadido de su riqueza histórica, cultural, costumbrista y, ahora más que nunca, musical. Y todo retransmitido en directo a los hogares de Membrilla por la televisión local para acercar nuestra Semana Santa a los que no pueden desplazarse hasta su recorrido.
Iniciaba el cortejo la Hermandad de San Juan Evangelista con los pasos del titular San Juan Evangelista, llevado a hombros sobre trono plateado por mujeres de la hermandad, y el paso sobre carroza de la Oración en el Huerto. Acompañados en el desfile por sus penitentes vestidos con túnica roja y capa y capirote verde y, musicalmente, por su Agrupación Musical San Juan Evangelista.
La Cofradía de la Santa Veracruz, la más antigua de la Semana Santa de Membrilla, sacaba a la calle su bello paso del Cristo atado a la Columna, grupo escultórico que representa el momento de la flagelación compuesto por la imagen de Jesús y dos sayones. Estaba precedido por sus característicos estandartes con las Siete Palabras y acompañado por los penitentes de la cofradía, vestidos de blanco, con capa y capirote rojos.
La tercera en atravesar la puerta sur del templo parroquial fue la Hermandad de la Santa Verónica y Cristo Crucificado, la última en sumarse al cortejo del Jueves Santo, en el que desfila desde el año 2008 tras la adquisición de la imagen de Cristo Rescatado de Medinaceli, talla de Manuel Martín Nieto. La imagen fue portada a hombros por varones de la hermandad sobre su trono dorado, que estrenaba la restauración de los faldones. Al cortejo se sumaron sus penitentes, con hábito verde y túnica y capirote morado, y la Agrupación Musical Santa Verónica, que también estrenaba la figura de dos escoltas del banderín.
Cerraba la procesión el bello paso de palio de la Virgen de la Esperanza, de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad y Stma. Virgen de la Esperanza, llevado a costal. El paso de la Virgen estaba precedido por dos filas de nazarenos con sus dos túnicas habituales, negra y marfil y verde, estrenando nuevo estilo de formación libre, sin ataduras de cordones en sus faroles.
Hizo las funciones de banda de palio acompañando a la Virgen de la Esperanza la Asociación Musical Maestro Emilio Cano, dirigida por Gustavo Ramírez, que sumándose a las novedades del cortejo estrenaba su nuevo uniforme: traje negro, corbata azul y, sobre el pecho, el nuevo emblema de la agrupación, diseño de Yolanda Moraleda Espinar.