San Antonio de Padua celebró su fiesta en Membrilla con dos días de retraso, por coincidir el día 13 con el sábado, pero el cambio no fue impedimento para que los vecinos se volcasen con esta devoción, llenando de nuevo el templo parroquial para asistir a la misa del santo en la noche del lunes.
Durante la Eucaristía, el párroco Raúl López de Toro subrayó la importancia de esta devoción a los santos, pero insistiendo en que ésta no debe ser entendida desde un punto de vista idólatra o supersticioso, sino como un camino hacia Jesús, pues los santos no dejan de ser nuestro ejemplo, nuestras señales en la tierra,-frente a actitudes tibias o mediocres-, para llegar a Cristo.
Recordó el párroco en el final del Triduo Religioso dedicado a San Antonio, la figura y la obra de este importante religioso portugués, que por su intensa actividad pastoral fue nombrado Doctor Evangélico de la Iglesia por el papa Pio XII, tal como describe de modo gráfico el libro que siempre le acompaña. Repasó asimismo otros elementos de su iconografía, sobre todo la figura del Niño Jesús en brazos, recuerdo de uno de los muchos hechos milagrosos que protagonizó y que refleja su importancia dentro del santoral.
Tras la Eucaristía, el párroco bendijo “el pan de los pobres” colocado a los pies de la imagen de San Antonio. Una tradición de gran antigüedad vinculada a la labor social del santo y la congregaciones posteriores vinculadas a su culto. En la propia Membrilla, el cepillo de San Antonio recibía numerosos donativos que eran empleados por su hermandad para comprar pan, que era repartido en el atrio de la iglesia a las familias más necesitadas de la población.
En la actualidad, las necesidades sociales son menos imperiosas, pero la tradición del pan de los pobres se mantiene como un recordatorio de la obligada solidaridad con los más necesitados. La hermandad de San Antonio de Membrilla, presidida por Espino Atochero, nos recordaba cómo las cuotas de hermanos (cerca de doscientos) y los donativos realizados a la hermandad se emplean para esta labor. Son dos los principales destinos de este dinero: la misa que se celebra el día 13 de todos los meses del año por los hermanos de San Antonio, y diferentes donativos a entidades benéficas de la localidad como Cáritas y Manos Unidas, que son las encargadas de organizar las ayudas directas.
Al término de la misa, los numerosos asistentes a la celebración recogieron sus “panecillos del santo”, unos quinientos panes preparados por la hermandad para mantener esta tradición y este culto en Membrilla.