Ritmo lento y pausado para una de las procesiones que marcan la devoción y la penitencia local, la esperada procesión del Encuentro que llevaba varios años afectada por la lluvia y que, este año sí, pudo salir a la calle, recreándose en su intensa catequesis iconográfica en una de las madrugadas de Viernes Santo más calurosas que se recuerdan.
Salió el paso sobre carroza de Jesús Nazareno, titular de la Hermandad de Jesús Nazareno, por la puerta sur del templo parroquial al son de los compases de su joven banda de cornetas y tambores, que procesionaron por primera vez con sus nuevos trajes de gala acompañando en la madrugada a su imagen titular. El paso de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas es seguido por cientos de nazarenos que visten su túnica y capirote morado, con cíngulo amarillo, y además por numerosos vecinos que quieren expresar su sentimiento, su promesa y su penitencia en el camino del Calvario. Precede al paso del titular la imagen de María Magdalena portada en andas por mujeres de la cofradía.
Procesiona también en la madrugada el bello paso de la Verónica sobre trono portado por mujeres de la Hermandad de la Verónica y Cristo Crucificado, acompañada de sus nazarenos con túnica verde y capirote y capa morados. El ritmo del paso marcado por los acordes de la Agrupación Musical Santa Verónica.
Acompañan en este camino hasta la Cruz los pasos de San Juan Evangelista, portado en andas por hombres de la Hermandad de San Juan Evangelista y acompañado por sus nazarenos: túnicas rojas con capa y capirotes verdes caminando al ritmo de la Asociación Musical San Juan Evangelista.
Al final, la Madre en su Soledad, de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad y Virgen de la Esperanza, acompañada de sus nazarenos vestidos completamente de negro, también de los vestidos con túnica y capirote marfil con fajín y capa verde. Las marchas para la Virgen de la Soledad, ofrecidas por la Banda de Música Virgen del Espino.
A la llegada de la procesión al espacio de San Miguel, se celebró el antiquísimo Auto Sacramental de la Pasión del Señor, que llevaba dos años representándose en el interior del templo parroquial debido a la lluvia. De autor anónimo y retocado por D. Pedro Roncero, el texto fue leído en esta ocasión por los cuatro miembros de la familia Arias Jiménez. Una representación protagonizada por las imágenes de Jesús Nazareno, Verónica, San Juan y la Virgen María que narra el intenso encuentro de estos personajes en el camino del Calvario.
La bella procesión se recogió más tarde que ningún año en el templo parroquial, tras un recorrido lleno de sentimiento y salpicado por saetas.
Entre los momentos más intensos: la entrada al templo de María Magdalena y Jesús Nazareno acompañado por la saeta de María de los Ángeles Martínez y el paso de las costaleras de la Verónica, que libera las emociones contenidas tras meses de trabajo.
