Un año más, la lectura del Pregón de la Navidad daba la bienvenida en el templo parroquial de Santiago el Mayor al nacimiento de Jesús, en una Misa del Gallo algo diezmada por la fuerte y constante lluvia que la ciclogénesis explosiva nos trajo a Membrilla en Nochebuena. La imagen del Niño recién nacido, llevada simbólicamente por el monaguillo más pequeño, presidió la tradicional eucaristía que fue celebrada por el párroco Raúl López de Toro, acompañado por el sacerdote Pedro Jiménez.
En su mensaje de Navidad, el párroco predicó la interiorización de la fiesta partiendo de una reflexión fundamental: "Hagamos silencio, respiremos hondo, miremos nuestro corazón... y sintamos la paz interior, porque solo así, sin ruidos, sin tantas palabras, sin tantos mensajes de móvil, sin tanto anuncio de televisión; solo aquí, en el centro del alma, en lo invisible e interior, entenderemos bien el mensaje de este Niño Dios."
Sobre el texto de la recientemente publicada Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM del Papa Francisco, el párroco tejió un hermoso mensaje de Navidad en el que contrastó la tristeza individualista del materialismo que aísla al hombre en la sociedad actual y lo enfrenta a los demás ("el yo interior se encierra en los propios intereses, sin entusiasmo para hacer el bien") frente a la alegría evangelizadora y misionera que parte de un Evangelio que "invita insistentemente a la alegría". Se completaba este mensaje con una reflexión sobre la figura de María como madre de la evangelización, con un guiño especial a esa maternidad celebrada el 25 de diciembre: "María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura."
Raúl López de Toro también quiso recordar los momentos más especiales vividos en el seno de la Iglesia durante este 2013, como la curiosa estampa de "un Papa anciano y cansado" que con humildad cedió su sitio a "un Papa nuevo y renovador"; el regalo del Año de la Fe; el Jubileo de San Juan de Ávila (con particular invitación al Jubileo de las Familias que se celebrará el próximo sábado 28 de diciembre en Almodóvar del Campo); y, sobre todo, la inolvidable Marcha de Adviento en Membrilla, con la Bajada de la Virgen, la Vigilia del sábado y la concelebración con el obispo Antonio del domingo, con cientos de jóvenes "disfrutando de ser jóvenes cristianos" y, en palabras del párroco, una de las experiencias más inolvidables e imborrables que se llevará de su estancia en Membrilla.
En el marco incomparable de las notas de los villancicos de un coro joven y comprometido resonando en el templo parroquial, los vecinos de Membrilla dieron la bienvenida al Niño recién nacido con el tradicional beso, antes de agarrarse de nuevo a los paraguas y correr bajo la lluvia de vuelta al calor de la Nochebuena en el hogar, para seguir celebrando en familia este especial Nacimiento.