Aproximadamente unas 1900 personas han participado en las 140 casetas instaladas en el recinto de la popular romería en honor de San Isidro, según datos facilitados desde la Junta Directiva de la Hermandad del santo patrón de los agricultores españoles. Con un aumento de cinco casetas respecto a la edición del 2011, la romería de San Isidro se consolida como una de las manifestaciones populares y religiosas más arraigadas de Membrilla en este inicio de siglo.
Y todo ello pese a las cruentas temperaturas que protagonizaron las dos jornadas de la fiesta, las cuales llegaron a superar los 35º en muchos momentos, y que se dejaron sentir desde primeras horas del sábado 12 durante la instalación de las casetas. A la espera de que los árboles del recinto ferial alcancen unas proporciones adecuadas a estas celebraciones, los romeros afrontaron estoicamente el mediodía del sábado dando buena cuenta de migas, calderetas e incluso gachas de pitos (que los hay valientes), además de participar en el concurso gastronómico; un buen modo de reponer fuerzas de cara a los juegos populares de la tarde.
Divertidos como siempre, a los pies del singular cerro pelón se desarrollaron los juegos tradicionales: carreras de sacos y el juego del pañuelo, en los que participaron muchos jóvenes romeros. Con la puesta del Sol llegó un pequeño respiro y los vecinos de Membrilla, acompañados de muchos visitantes y participantes de Manzanares, disfrutaron de una gran noche de verbena al ritmo de la orquesta.
San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol
A esta popular oración a San Isidro debieron hacer referencia los miles de romeros del recinto ferial aunque con distinto sentido. La cuestión es que de nuevo, un año después, el santo labrador debió enfrentarse a los elementos en un domingo marcado por el calor sofocante y las tormentas.
A las doce de la mañana, un San Isidro más manchego que nunca salía en andas del templo parroquial, llevado en hombros por miembros de la junta directiva de su hermandad y precedido de un multitudinario cortejo de mancheguillos y mancheguillas.
La procesión con la imagen del santo, acompañada musicalmente por las marchas de la Banda de Cornetas y Tambores de La Verónica, recorrió los paseos del parque del Espino hasta llegar a los pies de la ermita de la patrona, la Virgen del Espino, donde se celebró la misa de campaña, acto central de la romería de San Isidro; una misa que se desarrollaría bajo un calor sofocante y en la que se echó mucho de menos las ramas de los árboles recién podados y, de nuevo, la instalación de algún toldo que hiciese más cómoda la participación en la eucaristía.
La misa estuvo oficiada por el párroco Raúl López de Toro que hizo referencia a la carta pastoral del obispo Antonio Algora “Trabajar en el campo...”, dedicada a agricultores y ganaderos con motivo de la celebración de San Isidro. El párroco también quiso destacar, frente a la crisis económica que asola el país, la importancia de la crisis de valores que asola a una sociedad relativista, subrayando el trascendente papel de la Iglesia en la recuperación y en la transmisión de esos valores morales que sin duda sirven para contrarrestar muchos de los problemas de nuestra sociedad.
Al término de la Eucaristía, la imagen de San Isidro fue trasladada al recinto ferial, donde tanto la Banda de La Verónica como los valientes pequeños manchegos, dirigidos por Manoli Muñoz, deleitaron al público con marchas, jotas y seguidillas, desafiando como nadie a un Sol que castigaba como nunca, mientras sobre el horizonte ya aparecían las primeras nubes que anunciaban otra tarde romera “movida”.
Cerca de las siete de la tarde, San Isidro abandonaba precipitadamente el recinto ferial para resguardarse en su ermita de la tormenta que asoló el recinto ferial y que, a fin de cuentas, sirvió para refrescar el ambiente, permitiendo a los vecinos disfrutar del resto de la tarde noche, en la entrega del agasajo a los hermanos y al ritmo de la orquesta Verano Azul. Según estimaciones de la organización, en el recinto ferial llegaron a congregarse en algún momento más de tres mil personas entre romeros y visitantes. Este año, la hermandad ha colaborado con la Asociación de Discapacitados Santiago el Mayor de la localidad, a cuyo beneficio se ha destinado la recaudación de la barra de la Hermandad.
La Junta de la Hermandad de San Isidro ha destacado algunas novedades de esta edición, como el asfaltado de la zona de entrada al recinto, pese al calor que acumulaba; también ha resultado positivo la prohibición de hacer lumbre en el suelo, lo que ha eliminado algo de humo y molestias entre vecinos.
Destacando el balance final positivo, la Junta Directiva de la Hermandad ha manifestado su agradecimiento a todas las personas que han participado o han visitado la romería por el ejemplar comportamiento que han tenido, tal como refleja la ausencia de incidentes en el recinto. Del mismo modo, agradecen al grupo de jóvenes manchegas que les acompañaron en la procesión, sobre todo a los alumnos de Manoli Muñoz que bailaron en el recinto cuando más calor hacía, y al coro juvenil de la parroquia su participación durante la misa de campaña.
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