Como en años anteriores, el canto de los mayos a la Virgen del Espino en su ermita a cargo de la rondalla de las Amas de Casa celebrado en la tarde del dos de mayo inició los actos de exaltación a la cruz que se celebran en nuestra localidad en la víspera de la fiesta.
Cerca de las diez de la noche, las hogueras de las calles comenzaron a arder señalando los puntos en los que una docena de particulares y asociaciones habían vestido sus cruces de mayo tanto en la calle como en el interior de las casas. Con diferentes estilos, diseños y planteamientos estéticos, las cruces de mayo vistieron las calles de Membrilla en lugares de gran tradición como en la Calle de Santiago, con la cruz montada por las vecinas de la zona de la ferretería y la hoguera que siempre ilumina la cruz situada frente a Correos; en las históricas Cruz Verde, a cargo este año de Celia Arias y Nieves Díaz Pintado, y la Cruz de la Iglesia vestida por un grupo de vecinos de la Calle del Castillo que agasajaron a los visitantes con el típico puñao de cañamones. A las cruces exteriores se sumó este año la novedosa y bella presencia de la cruz situada en el centro de la Plazoleta de las Monjas que contó además con el inigualable marco del Convento de las Concepcionistas Franciscanas.
Los patios interiores de las casas vivieron también su particular exaltación de la cruz con numerosas cruces vestidas por particulares y asociaciones. Con más de veinte años de participación en esta fiesta, José Serrano mostró su cruz en la Calle del Prado, donde ya es habitual la presencia de otra cruz cercana vestida por algunas vecinas de la propia calle. Cerca de allí, la familia Martín Herrera abría sus puertas para mostrar su cruz un año más.
En la zona del Espino, dos asociaciones continúan contribuyendo al mantenimiento de esta tradición: las Amas de Casa con la cruz vestida en su sede y la Asociación de Jubilados y Pensionistas que visten año tras año la cruz de mayo en las instalaciones del Centro de Servicios Sociales. Se suma por segundo año la Hermandad de la Verónica, en su Casa de Hermandad situada en la Plaza del Sitio, con una original cruz que rinde un homenaje muy manchego a la vieja carpintería de San José.
Y fiel a una costumbre no escrita que se mantiene desde los años ochenta, el Grupo Cultural el Galán de la Membrilla se encargó de vestir con su elegancia habitual la cruz del Ayuntamiento situada en el Centro Cultural de San León. Una cruz en la que nunca faltan las cestas de huevos cocidos para agasajar a los visitantes.
Las notas musicales que dieron vida a la noche de las cruces en las calles de Membrilla corrieron a cargo de tres agrupaciones musicales: la nueva rondalla de las Amas de Casa a cargo de Ramoncillo, la Rondalla Marmaria y el grupo Los Toconeros. Las tres agrupaciones recorrieron las calles de la localidad cantando los mayos a la cruz en una noche en la que reinaron las buenas temperaturas hasta que las tormentas hicieron acto de presencia pasadas las once de la noche.
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