Más de un centenar de membrillatos peregrinamos junto a la Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen que visitó Valdepeñas en la fría y lluviosa noche del pasado martes 30 de noviembre.
La Cruz de los Jóvenes tiene una preciosa historia. En el año 1984 Juan Pablo II, que había querido que las celebraciones del Año Santo de la Redención estuvieran presididas por una gran Cruz de madera en la Basílica de San Pedro, la entregó a los jóvenes para que la hicieran llegar a todos los lugares del mundo.
A ésta le acompañó un Icono de la Virgen María en 2003, y juntos viajan custodiados por los jóvenes católicos de todos los rincones de la Tierra.
Con motivo de las JMJ (Jornadas Mundiales de la Juventud) que se celebrarán en Madrid el próximo mes de agosto, la Cruz y el Icono han llegado a España, y dentro de nuestra Diócesis, a Valdepeñas.
El encuentro comenzó a las 20 horas en la parroquia del Lucero y desde allí todos los asistentes partimos en un Vía Crucis de ocho estaciones que recorrió la Avenida 1º de Julio.
Aunque tuvimos que empezar el recorrido con los paraguas abiertos debido a la lluvia, el tiempo nos dio una tregua y pronto los cerramos disfrutando así de la Cruz y el Icono sin plásticos que los cubriesen.
Membrilla se encargó de preparar la 7ª Estación, llamada “Dificultades a superar en el seguimiento a Cristo” y Marisa Bellón la leyó a todos los presentes en la Plaza de la Asunción.
Muchos de nuestros jóvenes pudieron tocar, portar y besar la Cruz y el Icono, mientras todos los acompañábamos con velas encendidas.
Más de 2000 personas, procedentes de nuestro Arciprestazgo Mancha Sur, asistieron a este gran acontecimiento religioso, porque esta visita puede que no vuelva a repetirse hasta dentro de varias décadas.
Al finalizar este Vía Crucis participamos en un acto de Adoración en la Parroquia de la Asunción y desde allí nos trasladamos todos a unos salones cercanos para disfrutar de un chocolate con churros que mitigó el cansancio y el frío de la noche.
Alrededor de las 23:30 volvíamos a casa, agradecidos y llenos de fe, pues la presencia de ésta Cruz y del Icono nos animan a seguir a Cristo y su mensaje.