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A las 9 de la mañana del 6 de diciembre de 1978 se constituían las mesas electorales en Membrilla. Se celebraba el referéndum para la ratificación de la Carta Magna. Un día histórico, sin duda: por primera vez, los vecinos de la localidad acudirían libremente a dar su apoyo (o su rechazo) en las urnas a una Constitución democrática.
En la mano, una papeleta con la que debían responder a la pregunta “¿Aprueba el proyecto de Constitución?”.
Atrás quedaba un mes de información, campañas y procesos muy novedosos para una población que apenas despertaba de cuarenta años de dictadura y que todavía no había vivido sus primeras elecciones municipales democráticas. En nuestra localidad, hubo actos previos en el salón de La Sociedad Protectora y en el Ayuntamiento.
El 31 de octubre, las Cortes Generales habían aprobado el proyecto de Constitución y los partidos se habían lanzado a movilizar a sus bases de cara al referéndum del 6 de diciembre. Fue un mes de noviembre lleno de mensajes variados y variopintos. Destacaba el apoyo entusiasta a la nueva Constitución promovido desde el gobierno de Adolfo Suárez con lemas como “Tu voto es tu fuerza”, “Contra nadie, a favor de todos” o “Un voto vale más de mil gritos”. Fue significativo el apoyo de partidos como la UCD del presidente, y también de fuerzas como el PSOE, el PCE conciliador de Carrillo y Alianza Popular, sin campaña expresa pero ligado a las intervenciones de Manuel Fraga, uno de los padres de la Constitución.
La defensa del NO a la Constitución vino vinculada a extremismos de derechas y de izquierdas: Unión Nacional Española y Acción Democrática Española, Herri Batasuna, Unión de Pueblo Gallego, la Liga Comunista Revolucionaria o Falange Española de las JONS.
Las voces que abogaban por la abstención nos llegaban más alejadas de estas tierras manchegas: Los PNV y Euzkadiko Ezquerra vascos, la ERC catalana…
La importancia de la cuestión en sí hizo que la participación rebasara el ámbito de los partidos, y tanto sindicatos como asociaciones, -sobre todo de mujeres-, e instituciones variadas se sumaron a la campaña en uno u otro sentido. Como curiosidad, en la Iglesia española “tras tres días de reunión, se imponía la posición conciliadora del cardenal Vicente Enrique y Tarancón y la comisión permanente de la Conferencia Episcopal daba libertad de voto a los creyentes. En frente, ciertos sectores que “querían una actitud “militante” contra el tratamiento de algunos temas como la aconfesionalidad, la libertad de enseñanza y la posibilidad del divorcio.”
Aires de libertad que nos llevan al lado contrario, con otro dato “histórico” más alejado de Membrilla pero necesario para definir la "memoria" tan “cacareada”, para no blanquear u olvidar de dónde venimos: "El día antes de la votación del referéndum, el 5 de diciembre de 1978, ETA había asesinado a tres personas en San Sebastián. El comisario de Policía José María Serrais Llasera, de 56 años; el subcomisario de Policía Gabriel Alonso Perejil, de 61, y Ángel Cruz Salcines, policía municipal, de 60, se encontraban tomando el aperitivo en un bar cuando fueron tiroteados. Serrais fue rematado a bocajarro por uno de los asesinos, tras intentar refugiarse en la cocina del establecimiento.” (Así se votó la Constitución hace 40 años. El País)
Y así llegamos al 6 de diciembre: 4. 544 electores de Membrilla, mayores de 21 años, habían sido convocados a las urnas. De ellos, 3.469 vecinos ejercieron su derecho al voto.
MEMBRILLA APOYABA LA CONSTITUCIÓN DE 1978 CON 2.849 VOTOS A FAVOR. Se contabilizaron 475 votos negativos, 117 votos en blanco y 28 votos nulos.
En la provincia de Ciudad Real, el 85% de la población apoyaba el nuevo texto constitucional con 208.433 votos a favor y 26.792 dirigidos al NO.
Más de 15 millones de españoles votaron “Sí” a la Constitución, alcanzando el 88,54% de los votantes, con una abstención del 32,89%, algo superior a la esperada. La Constitución de 1978 entraba en vigor el 29 de diciembre de ese año.
Fdez. Megías
