Sin música, la vida sería un error, una fatiga, un exilio, que diría Nietzsche; o un viaje por un desierto, para Conroy. Un espacio en blanco, para Jane Austen…
Además del terrible drama sanitario que implica la nueva pandemia, es palpable en el ambiente una tristeza contenida en lo social, latente en nuestras calles. Es la tristeza del silencio, de la ausencia, de la distancia…
Celebramos también Santa Cecilia 2020 en silencio...
Había que tener mucha fuerza para silenciar la música en Membrilla, concebida en esta población no ya como una afición o un trabajo, sino como una auténtica forma de vida para los intérpretes. Desde la perspectiva del público, nunca como ahora habíamos añorado tanto a nuestras bandas, músicos, rondallas, agrupaciones, escuela de música…
Históricamente no está muy clara la relación directa de Cecilia de Roma con la música y es probable que su patronazgo naciese de una interpretación errónea de un texto antiguo. Pero siempre ha dado igual. Destacábamos hace un tiempo el espíritu de lucha de Cecilia en la clandestinidad de los primeros cristianos, en su propia casa del Trastévere romano. Un espíritu de lucha y superación que hoy es el mejor referente para nuestros músicos. “El espíritu de la música, que une y hermana.” Y cura.
22 de noviembre. Santa Cecilia.
Felicidades a la gran familia musical de Membrilla.