La provincia de Ciudad Real se sumó a la segunda jornada del Paro General Agrario convocado en toda España por las organizaciones ASAJA, Coag y Upa y por las Cooperativas Agroalimentarias. Más de 12.000 agricultores y ganaderos procedentes de diferentes localidades de la zona participaron en la multitudinaria manifestación celebrada en Madrid y en la que tomaron parte unas 500.000 personas de toda España.
El acto, la movilización agraria más importante del país en la última década, contó con la numerosa presencia de la provincia, que, mediante pancartas, banderas y silbatos, pidió soluciones a la crisis del campo más dura de la historia. Los agricultores ciudadrealeños se unieron al resto de provincias de España y completaron un recorrido que se inició en la Puerta de Alcalá para terminar en Atocha.
El sector agrario de la provincia vivió un día histórico que destacó por la unidad entre todas las localidades para luchar por un objetivo común: lograr condiciones dignas para todos aquellos que viven del campo y quieren continuar con su profesión.
La manifestación celebrada en Madrid fue el colofón a dos días de movilizaciones en los que la provincia de Ciudad Real ha tenido una participación masiva y protagonista. Antes de la marcha en la capital, más de 8.000 personas y 4.000 tractores se movilizaron el pasado viernes en las concentraciones y protestas llevadas a cabo en decenas de localidades.
Los agricultores y ganaderos, además, ha contando durante sus reivindicaciones con el apoyo de las cooperativas, los comercios, los talleres y los establecimientos de la provincia, que cerraron sus puertas en solidaridad con el sector agrario. Una iniciativa a favor del campo que también ha gozado de la solidaridad de toda la sociedad española.
El sector agrario exige precios justos y una regulación de los mercados. De igual forma, solicita una fiscalidad adecuada, un plan de financiación y refinanciación, así como un presupuesto suficiente para la PAC, que debería gozar de más solidez más allá de 2013. Todo ante una situación actual ruinosa. No en vano, en los últimos cinco años (2003-2008), los datos arrojan una descenso del 26% en la renta agraria real y una pérdida de 124.000 empleos. Sin embargo, todo lo contrario ha sucedido con los costes de producción agraria, que se han incrementado en un 34,3%.