El equipo de Patología Vegetal del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC), ha colaborado con otros científicos españoles en un estudio que ha permitido obtener un borrador de la secuencia del genoma del melón, y que ha demostrado que esta cucurbitácea cuenta con un número similar de genes que la secuencia del genoma del ser humano.
El Cebas es uno de los tres grupos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que han participado en el proyecto, coordinado por el equipo catalán que dirige el investigador, Pere Puigdomènech y realizado en el marco del proyecto 'Melonomics' que financia la fundación Genoma España, con la contribución de otras administraciones, entre ellas, la Consejería de Universidades, Empresa e Investigación de la Región de Murcia a través de la Fundación Séneca.
Los resultados constituyen la primera secuenciación del genoma de una especie superior liderada por equipos españoles y supone un "paso sustancial para la investigación en plantas en todo el país", Según informó a Europa Press el director del equipo de Patología Vegetal del Cebas, Miguel Aranda.
Concretamente, el borrador, que abarca cerca del 80 por ciento del genoma, ha desvelado que el melón tiene un genoma de unos 450 millones de pares de bases en sus 12 cromosomas y los primeros datos apuntan a que contiene unos 26.000 genes, un número similar al del genoma humano.
Aranda avanzó que el hallazgo servirá de "herramienta fundamental para acelerar la mejora genética del melón, así como para ver cómo es el genoma de una cucurbitácea y poder compararlo con otras especies de plantas", aunque quiso dejar muy claro que "la investigación no tiene nada que ver con los transgénicos".
Por ejemplo, indicó que, si en este momento, a los productores de melón lo que les preocupa es obtener plantas que den frutos con un contenido en azúcares más alto y enriquecido en antioxidantes o en vitamina C, la secuenciación del genoma permitirá "identificar genes y obtener marcadores moleculares ligados a esos caracteres, de tal manera que nos permita acelerar el proceso de mejora".
El investigador del CSIC y coordinador científico del proyecto, Pere Puigdomènech, resumió que los principales objetivos del proyecto se centran "en la identificación de variedades resistentes a enfermedades, como por ejemplo, las producidas por hongos, y contribuir a la mejora de la calidad del fruto".
Así, señaló que el melón se escogió por su interés científico, al tratarse de una especie con una larga historia genética, para la que han sido descritos caracteres de gran valor en la mejora genética y por su interés económico, "ya que su semilla tiene un valor elevado", puntualizó.
Este proyecto, además de la secuenciación de una línea de melón, pretende caracterizar un gran número de variedades de esta especie presentes en los bancos de semillas españoles, incluyendo las tradicionales, y aprovechar la diversidad natural de la especie para generar nuevas variedades de melón con interés agronómico.
Para ello, 'Melonomics', que arrancó en 2009, cuenta con una duración de tres años y una financiación de 4,1 millones de euros, aportada por Genoma España, cinco comunidades autónomas (Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid y Murcia) y diversas empresas del sector.
EQUIPO DEL CEBAS
En el grupo de Patología Vegetal del Cebas trabajan 11 personas, tres de las cuales están directamente implicadas en la secuenciación del genoma del melón: Daniel González, Luis Rodríguez, y el propio Aranda, quien reconoció que ha coordinado todo el trabajo con los investigadores catalanes.
Para desarrollar la secuenciación, los investigadores emplearon una técnica "muy novedosa que se utiliza por primera vez en el mundo, probablemente, para genomas del tamaño del melón", aunque previamente se habían secuenciado organismos más sencillos como hongos y levaduras y bacterias, añadió Aranda.
Esta técnica se llama 'shotgun y secuenciación de extremos pareados', que consiste en "fraccionar el ADN del melón en trozos más grandes o más pequeños y secuenciarlo al azar, y luego se bioensamblan con herramientas bioinformáticas". El problema es que el ensamblaje de esos trozos "es muy complicado si no tienes la secuencia del principio y del final de cada uno de ellos y la tienes pareada", puntualizó.
Este trabajo, hecho en Barcelona, se ha complementado con otra investigación realizada desde el Cebas, que consistió en la generación de una 'genoteca' "que es lo que llamamos clones BAC (Bacterial Artificial Chromosome), en los que hemos puesto trozos del genóma de melón".
"Lo que hemos hecho nosotros en el Cebas es secuenciar esos trozos, de nuevo por el principio y el final, por lo que hemos completado la estrategia de secuencias pareadas que han llevado a cabo en Barcelona", señaló Aranda.
En este sentido, puntualizó que se trata de un trabajo colaborativo "porque la secuenciación de genomas tan complejos, en estos momentos, no es abordable por un único grupo, sino que hay que hacerlo en colaboración, y lo que nosotros hemos hecho es, básicamente, colaborar con el grupo catalán que es quien coordina la iniciativa".
En principio, Aranda explicó que el genoma secuenciado es el de los melones típicamente españoles denominados 'Piel de Sapo', pero adelantó que el sistema "es extensible a otras variedades, porque las diferencias van a ser pequeñas". No obstante, avanzó que "el siguiente paso en el que estamos implicados es la resecuenciación de genomas de otras variedades, lo que es muy fácil teniendo un molde".
CULTIVO "IMPORTANTE" EN ESPAÑA
"Es un cultivo importante en varias regiones españolas y nuestro país es el primer exportador mundial de melón", afirmó el director general de la fundación Genoma España, Rafael Camacho.
El siguiente paso de los equipos de investigación, ubicados en centros de Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, Murcia y Valencia, será terminar el ensamblado del genoma, refinar la secuencia utilizando otras técnicas de secuenciación disponibles y anotar los genes.
En su estado actual, el borrador permite comenzar el trabajo para identificar nuevos genes y marcadores con los que seleccionar nuevas variedades de interés económico. Al término del proyecto se pondrá al alcance de la comunidad científica internacional un genoma de referencia.
MURCIA/MADRID (EUROPA PRESS)