El 27 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Turismo, este 2021 bajo el lema “Turismo para un crecimiento inclusivo”, destacando la capacidad excepcional del sector para impulsar un desarrollo inclusivo y el papel que desempeña en la creación de oportunidades para millones de personas en todo el mundo.
Lo celebramos paseando por uno de los principales puntos de interés turístico de Membrilla: el Molino del Rezuelo, uno de los 11 molinos de agua que salpicaron el cauce del río Azuer.
Con un origen anterior al siglo XV, constaba de tres piedras de moler y tres arcos de salida. En su exterior pueden observarse sus dos ladrones de piedra, el rehabilitado caz y sus dos puentes originales, uno de piedra de cantería y otro de piedra del terreno.
Es el molino mejor conservado, manteniendo toda su estructura y maquinaria original. Adosados a la nave principal del molino se encuentra la cocinilla del molinero y la cuadra para los animales. Funcionó hasta entrado el siglo XX, adaptándose a los nuevos tiempos con la incorporación del gasóleo como fuerza motriz para sus piedras molederas, aunque su uso se destinó fundamentalmente a hacer pienso para los animales.
A finales de siglo fue objeto de una profunda restauración a cargo de una Escuela Taller convirtiéndose en un completo centro de interpretación de los molinos harineros. Junto al molino se ubica el Aula de la Naturaleza.
Los exteriores del molino del Rezuelo se han convertido en una zona habitual para el paseo local, recibiendo numerosas visitas a lo largo de todo el año. Unas más cívicas que otras, según pudimos concluir de la última visita al recinto, en la víspera del Día del Turismo.
Falta un empujón entre todos, cada uno desde su posición, para convertirlo en el espacio natural que merece ser, y que en realidad ya es, aunque se nos olvide con frecuencia.
Por un Rezuelo cuidado y mejorado, punto de encuentro del descanso local, de la cultura heredada y del turismo que lo reactive.