La Asamblea General de ASAJA, reunida ayer en Madrid, ha calificado de pésima noticia la ratificación del protocolo agrícola del Acuerdo de Asociación UE-Marruecos llevada a cabo en la mañana de ayer en Bruselas por parte del Consejo de Ministros de la UE. Es ahora el Parlamento Europeo quién tiene la última palabra y de sus miembros depende que se puedan evitar nuevos perjuicios para los productores comunitarios, por lo que ASAJA insta a esta institución a que exprese su más rotundo rechazo a un Acuerdo probadamente lesivo para las producciones europeas.
El nuevo Acuerdo supone mayores dosis de apertura en los intercambios agrícolas con Marruecos y el incremento de concesiones a las frutas y hortalizas marroquíes, con especial incidencia en determinadas hortalizas como el tomate, donde se aumentan considerablemente los cupos de tomate magrebí que llega a los mercados comunitarios.
Para los productores españoles de frutas y hortalizas y en especial para la agricultura mediterránea de zonas como Andalucía, Murcia, la Comunidad Valenciana y Canarias la ratificación del protocolo supone un “autentico mazazo” por lo que tiene de competencia desleal de unas producciones con menores costes y exigencias productivas y menores requerimientos comercializadores.
ASAJA lamenta que de nada sirvieran las reiteradas denuncias de los productores españoles sobre los incumplimientos de Marruecos en cuanto a condiciones, calendarios y cupos estipulados en el anterior acuerdo, ni los estudios de impactos elaborados por los productores para demostrar las consecuencias negativas que este tipo de acuerdos tienen para la agricultura europea. Una vez mas, ni el gobierno español, ni la Comisión Europea, ni el Consejo de Ministros han sido capaces de velar por los intereses agrarios de la UE.
La decisión del Parlamento Europeo sobre la ratificación de este Acuerdo se producirá durante el primer semestre de 2011 tras evaluar los informes de la Comisión de Comercio Internacional; la Comisión de Agricultura y la Comisión de Pesca. ASAJA confía en que sea desde esta institución comunitaria desde donde se salvaguarden los intereses de los productores de frutas y hortalizas europeos rechazando un Acuerdo injusto, lesivo y quizás hasta ilegal si se demuestra que vulnera los acuerdos internacionales sobre soberanía del Sahara.