Las lluvias caídas en los tres últimos meses están causando daños, algunos ya irreparables en algunos cultivos e instalaciones agrícolas y ganaderas, pero esta agua tan necesaria en una zona árida y seca como la nuestra está siendo una bendición para llenar embalses de superficie y producir una recarga importantísima y necesaria en el Acuífero 23 y que va a dejar en pañales los objetivos del Plan Especial del Alto Guadiana, fijados a largo plazo y a más largo todavía teniendo en cuenta la lentitud con la que se trabaja en el mismo.
Pero es una pena que las administraciones de turno hagan oídos sordos y ninguneen las ideas y proyectos que les llegan de la ciudadanía.
Refiriéndonos a la importante recarga que está teniendo el Acuífero 23, también es una pena que el agua que está aportando en exceso el río Gigüela al PARQUE NACIONAL LAS TABLAS DE DAIMIEL (P.N.T.D), ha obligado a liberarla abriendo las compuertas de la Presa de Puente Navarro sin posibilidad de "robárselas" al río antes de llegar al Parque Nacional, y estar infiltrando esa agua en los Ojos del Guadiana, lugar donde hay una gran capacidad de recarga puesto que es el nacimiento del Río Guadiana, y única zona seca a lo largo de este río.
El día 12 de Febrero de 1995, antes de producirse las lluvias excepcionales del año 96 y 97, la prensa provincial se hacía eco de una propuesta hecha por ASAJA, consistente en la construcción de una tubería para traer agua a las Tablas de Daimiel, abastecimiento de algunas poblaciones y recarga del Acuífero 23, desde el Acueducto TAJO-SEGURA y así evitar las pérdidas a lo largo del río, pero con una derivación para poder coger agua a la altura de Arenas de San Juan, y conducirla en 8 Kms aproximadamente hasta los Ojos del Guadiana, esta idea que fue aportada por Jesús Pozuelo Clemente, miembro del Comité ejecutivo de ASAJA y responsable de esta organización en materia de Agua Subterránea y Medio Ambiente, tuvo buena acogida, y por consiguiente presentada y registrada entonces en los órganos interesados y con competencias, Instituto para la Conservación de la Naturaleza (I.C.O.N.A), Ministerio de Agricultura y Patronato del Parque Nacional Las Tablas de Daimiel, sin haber contestado nadie aquella propuesta.
En las lluvias acontecidas al año siguiente ya se echó en falta esta infraestructura y este año más, cuando vemos que se marcha el agua sin poderla aprovechar para el futuro, ya que adonde se dirige actualmente no tiene aprovechamiento alguno, máxime cuando después se les pide a los agricultores-regantes grandes sacrificios, y viendo la obra faraónica de pozos (no sabemos por cuántos van ya) y tuberías que se está preparando en los predios del Parque Nacional para cuando sea necesario ponerlos en funcionamiento.