Membrilla sufre las consecuencias de un nuevo desembalse desde el pantano de Vallehermoso

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Las previsiones meteorológicas no anunciaban nada bueno y al final se cumplieron las peores expectativas en torno a la crecida del Azuer. Ante las continuas lluvias de los últimos días el pantano del Puerto de Vallehermoso comenzó a desembalsar ayer por la tarde 40 m3/segundo, según comunicaron fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadiana a los ayuntamientos afectados por la llegada masiva de las aguas. Ayer lunes el pantano almacenaba 6,5 hm3, un 94,2% de su capacidad.

Se esperaba el máximo nivel de la crecida entre medianoche y la una de la madrugada de hoy y las fuerzas de seguridad pusieron en marcha un dispositivo de emergencia para intentar paliar en lo posible los efectos de la riada, sobre todo los que se pudiesen ocasionar en las viviendas cercanas a la Vega del río, tanto en Membrilla como en Manzanares. A la acertada rotura en la jornada de Nochevieja de la pared del recinto ferial, que servía de dique a las aguas, se sumaron otras actuaciones de emergencia que se resolvieron horas antes de la llegada de las aguas al casco urbano, como la acumulación de taludes de arena en las proximidades de la rotonda de la Carretera del Moral y la Ermita del Espinorecomendación a los vecinos de las casas colindantes a la Vega del tapiado de los accesos a la vivienda.

La mayor crecida del río tuvo lugar en Nochevieja, fecha en la que el Pantano de Vallehermoso desembalsó una cantidad de agua muy similar a la de ayer tarde. Ese hecho, unido a que la Vega contiene en esta ocasión mucha más agua que entonces y a que el río Azuer ya bajaba muy desbordado en los últimos días, indicaba que la crecida podía superar los límites alcanzados en Navidad.

La Carretera de la Vega y la del Moral permanecen cortadas al tráfico desde ayer. La Vega de Membrilla vuelve a estar anegada por las aguas con el consiguiente empeoramiento de la ya grave situación de caminos, sembrados y construcciones.  El río Azuer ha vuelto a acariciar el casco urbano y salta la Carretera del Moral mientras se pierde, con gran fuerza, por los espacios abiertos en el recinto ferial y a lo largo de su cauce, ya desaparecido, hasta llegar a Manzanares cubriendo el terreno con más de un kilómetro de anchura que abarca desde el Caminillo hasta el Camino de las Cuevas.

 

 Carretera del Moral Inundaciones febrero 2010


 

 

 

 

 

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