El Colegio San José de Calasanz ha vivido estos últimos días con intensidad su proyecto Comenius conquistando a las cinco delegaciones europeas visitantes en unas jornadas de convivencia y trabajo en las que se ha volcado toda la comunidad educativa con Julián Muñoz, profesor coordinador del proyecto, a la cabeza.
Tras meses de intensa y cuidada preparación, el pasado miércoles 5 de octubre el encuentro del Yes Project en Membrilla se materializó en la figura de cuarenta alumnos y profesores, llegados de Italia, Inglaterra, Turquía, Polonia y Estonia, que descendieron del autobús en los aparcamientos del Espino para fundirse con las familias de acogida. Era el inicio de unas más que intensas jornadas que situarían a Membrilla y en especial al colegio San José de Calasanz en el mapa de la educación europea a través de un gran proyecto multicultural y educativo en torno a los juegos populares con el objetivo último de conseguir una fluida comunicación en inglés de los alumnos.
Primera Jornada: Bienvenida en el colegio. Las delegaciones conocen Membrilla
La primera jornada del encuentro Comenius en Membrilla estuvo marcada por la bienvenida oficial en el centro escolar a las cinco delegaciones europeas. Al acto de recibimiento por parte del equipo directivo se sumó un acto de bienvenida de carácter lúdico en el pabellón del colegio presentado en inglés por Irene Román, Cristian Lozano, Irene Muñoz y Pedro Menchén, los cuatro alumnos del centro que participaron el año pasado en el encuentro en Mantova (Italia). A las palabras de bienvenida de Julián Muñoz, coordinador del proyecto, y de Victoriano Márquez, director del centro, se sumó Manuel Borja, alcalde de la localidad.
En este acto de recibimiento, los alumnos de cuatro años regalaron a los visitantes una selección de piezas musicales características de nuestra localidad y la comarca como el Himno del Membrilla y el Quijote y Sancho, además de agasajarles con un pequeño obsequio. Los alumnos de primero entonaron el característico ¡Que viva España!, una canción que daría mucho juego en las jornadas posteriores, sobre todo en los desplazamientos en autocar, y que acabaría siendo tarareada a la perfección por los alumnos europeos. Segundo y tercero pusieron en práctica, siempre con el inglés como vehículo de comunicación, una demostración de divertidos juegos populares de la localidad a la que se sumaron los alumnos y profesores visitantes. Cerró el acto la alegre vitalidad de los alumnos integrantes del grupo infantil de jotas que bajo la dirección de Manoli Muñoz hicieron las delicias de los espectadores europeos que aplaudieron sus incipientes jotas.
La mañana se completó con una visita a la cooperativa Galán de Membrilla-Bodegas Rezuelo, donde los europeos conocieron el proceso de elaboración del vino manchego.
El pabellón multiusos del Espino sirvió de punto de referencia para un acercamiento de las delegaciones europeas a la gastronomía nacional y local: Las familias de acogida del centro prepararon una paella muy celebrada por los visitantes, siempre acompañada por los caldos de la tierra en sus típicas modalidades de zurra y serrana y los postres y dulces tradicionales.
La tarde se reservó para que los cinco colegios europeos conociesen un poco más nuestra localidad. Los alumnos y profesores turcos, italianos, estonios, polacos e ingleses conocieron en su versión más intensa el sol español mientras visitaron lugares tan característicos de Membrilla como el Molino del Rezuelo guiados por Antonio Sánchez, la ermita del Espino de la mano de Pedro Almarcha y el templo parroquial de Santiago el Mayor recibidos por el párroco Raúl López de Toro. Visita en la que una de las profesoras turcas regaló a todos unas piezas musicales interpretadas en el órgano de la iglesia.
La jornada se cerró con un pequeño encuentro en el Pabellón del Espino en el que los participantes disfrutaron de una muestra del folclore local de la mano del grupo de bailes regionales de la Universidad Popular local dirigido por Manoli Muñoz. Una demostración en la que las grandes triunfadoras entre los europeos fueron las castañuelas y la sorprendente pericia con que las jóvenes alumnas de Membrilla las tocan. Tras este curioso descubrimiento musical, no faltaron castañuelas en el equipaje de vuelta de numerosos visitantes europeos.
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