Más grandes, más firmes, más artistas, más familia...

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Las calles de Membrilla vivieron ayer probablemente una de las estampas más bellas que puede vivir una población: A media tarde, numerosos chicos y chicas caminaban por las calles con un instrumento en las manos. Todos bajaban hacia la Plaza, hacia el Espino, de dos en dos, en grupos, charlando... No hay nada más esperanzador que una juventud que camina por las calles con la cabeza llena de notas musicales.

Faltaban horas para la audición final de la Escuela de Música, pero había que realizar los últimos ensayos en el Pabellón Multiusos: espacio, micrófonos, los nervios, esa nota que todavía se escapa... 

Decían en la introducción al acto que no tenía demasiado sentido asistir, años después, a una impecable actuación final de estos músicos tras una larga trayectoria; que lo importante era acompañarles en este aprendizaje para poder valorar su evolución y su trabajo diario y constante. Y eso es lo que estos alumnos nos demostraron sobre el escenario: que un año después, siguen progresando, avanzando, adquiriendo nuevos retos musicales.

Pero en el Pabellón no sólo se oyó música. Sobre el escenario se vieron, con los ojos o con los oídos, otras muchas cosas: de nuevo la gran calidad de la enseñanza impartida por el   extraordinario cuerpo de profesores de la Escuela Municipal de Música de Membrilla, grandes músicos que no sólo dan clase, sino que se han implicado personalmente con los alumnos y con el proyecto de la Escuela; la ya comentada notable evolución de los alumnos y su trabajo, porque son muchas horas de estudio y de ensayo; la consolidación y el crecimiento de una institución que cada año ve aumentar el número de matrículas y el número de disciplinas; y, como siempre, el tremendo potencial humano y artístico de lo que ya se ha convertido en una gran familia musical en la que caben todos, sea cual sea su edad y condición.

Sobre el escenario se vio la paciencia de Pablo y el torrente de energía de los más pequeños de la Escuela, los que certifican que el futuro de la música en nuestra localidad está garantizado; se notó, pese a la ausencia, la implicación del convaleciente Luis Cordero con sus alumnos de oboe; se percibió el crecimiento de la disciplina de flauta desde que Pilar tomó las riendas por esos mares. No faltó la debilidad de Reyes por los más pequeños y aunque es estricta con la guitarra y los clásicos no pudo ocultar su punto dulce (como la miel) con Estela de protagonista.

La Escuela Municipal de Música cerró el curso 2010/2011

Sorprendente la evolución del grupo de cuerda en manos de María del Mar en lo que ya se adivinaba como un incipiente grupo de cámara local. Admirables las voces de Jero y María, dignas alumnas de alguien tan grande como Petri Casado, en una actuación que dejó al público con ganas de un recital más amplio.

En las manos de los alumnos de piano y de percusión las notas sonaron este año más seguras y más firmes, con la certeza de saberse en el buen camino gracias al tutelaje de Emilio, Pedro Alfonso y Juan Carlos. Y en el buen camino, son muchos años ya y son muy buenos los pequeños que se suman cada curso, están también las casi agrupaciones de saxofón, de clarinete, de trombón, tuba, trompetas... Gracias al trabajo de Cayetano, Jose Antonio, Félix, Gustavo, Mar, María Jesús, Francisco... se ha consolidado un cuerpo de orquesta capaz de ofrecernos en una audición de fin de curso pequeños conciertos de exquisita factura.

La sorpresa de la noche llegó de manos (literalmente) de varios alumnos y profesores de la Escuela, que en un curioso ejercicio de percusión corporal interpretaron Rock Trap demostrando que eso de que los instrumentos son caros es sólo un mito.

Cerró la audición el conjunto instrumental que bajo la dirección de Emilio Cano, coordinador musical de la Escuela de Música, ofreció al público una muestra coral de la calidad de estos músicos interpretando varias piezas entre las que destacó la simpática Coffee Serenade, echándose en falta el preceptivo Bravo por la Música.

La Escuela Municipal de Música cerró el curso 2010/2011

 

 

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