La tremenda implicación artística de Noelia y de los tutores, unida a la gran idea de trasladar la fiesta de fin de curso al pabellón multiusos del Espino dieron lugar el pasado lunes a una de las mejores y más lucidas fiestas de fin de curso que se recuerden en el Colegio San José de Calasanz.
El numeroso público escolar y familiar pudo disfrutar al máximo del excelente trabajo preparado por los alumnos; un trabajo quizá tan bueno como el de años anteriores pero que resultó más lucido debido a las mejores condiciones escénicas que las que el patio del colegio podía aportar, con alumnos convertidos en verdaderos artistas bajo los focos y una megafonía adecuada para estos tipos de eventos. Sin olvidar la grata posibilidad de que el público dispusiese de una silla y de sombra.
Los alumnos de sexto actuaron en su adiós al centro como maestros de ceremonias dando paso, en un simpático salto al futuro, al resto de las actuaciones de sus compañeros. De las notas de El Fantasma de la Opera con los alumnos de quinto, candelabro incluido, hasta una tierna exhibición de bailes característicos de famosas pelis del siglo pasado como Dirty Dancing o Cabaret; de las notas de Rosa León entre gatitos y ratoncitos hasta los desfiles de moda más fashion de las aulas entre tupés, minifaldas y cadenas. Y una pequeña despedida con orla incluida: la de los alumnos de cinco años que dejan su etapa de infantil celebrando una divertida fiesta de animales antes de adentrarse en la jungla del patio de los mayores.
El segundo ciclo mostró sobre el escenario sus habilidades con la flauta y la percusión, dejando de manifiesto su evidente progreso con algunas piezas de gran calado operístico. Además, un pequeño guiño de Tercero al centenario de Miguel Hernández contando su vida, como no podía ser de otra manera, en verso.
Y gran evolución la demostrada por los alumnos de quinto y sexto en sus diferentes interpretaciones musicales con flauta y percusión de un variado repertorio que les llevó desde el Canon de Pachebel hasta el Hei Ho. Despedida también para los alumnos de sexto que el año próximo comenzarán su etapa en el instituto y para demasiados profesores del centro.
El festival contó con la colaboración del grupo infantil de baile de la Universidad Popular, dirigido por Manoli Muñoz, que interpretó un pasodoble y además puso el broche a la audición con unas jotas.
Destacar el gran trabajo que cada uno de los profesores ha realizado con sus alumnos y, sobre todo, la gran labor de coordinación y montaje realizado por Noelia, la profesora de música, que se echó sobre las espaldas la gestión artística de este gran festival (cuyos videos pueden verse en la página web del colegio).