Sergio Pardilla, capitaneando a su equipo, se enfrentaba el pasado 2 de octubre a la prueba más antigua del ciclismo profesional: la Milán-Turín; una carrera dura de 193 kilómetros de recorrido, en la que el ciclista de Membrilla realizó un buen papel que no pudo rematar en la meta de la Basílica de Superga. Pardilla cruzaba la línea final en el puesto 26, a 1,17 minutos del vencedor de esta clásica: el italiano Diego Ulissi. Sergio Pardilla fue el primer corredor de su equipo, el sudafricano MTN-Qhubeka, y el quinto español de la prueba, tras David Moreno (3º), Contador (5º), Valverde (6º) y Joaquim Rodríguez (17º).
Con un perfil casi plano, la 94ª edición de la prueba encontraba sus únicas dificultades en el final, la primera a 30 kilómetros de la llegada, cuando los corredores encararon la primera de las dos subidas al duro Colle di Superga, de 4,9 kms al 9,2%, ascensión que volvieron a encontrarse tras un técnico descenso a falta de 5000 metros para meta situada en la Basílica di Superga. La carrera resultó compleja para el equipo sudafricano, con una escapada inicial de Jay Thomson que llegó a contar con siete minutos de diferencia, pero con la vista puesta en las posibilidades escaladoras de Pardilla y en Louis Meintjes, que no pudieron concretarse en una mejor posición final tras una intensa lucha por la victoria en los últimos kilómetros.