El sábado 21 de mayo se celebró la XX edición de la IRONMAN Lanzarote Canarias Spain. Esta prueba que es un autentico reto de fuerza física y mental donde los límites normales no cuentan, este desafío fue completado por este extraordinario triatleta en poco más de 12 horas.
Juan Andrés Crespo Aparicio es un atleta maratoniano de por sí, es miembro del C. A. Membrilla y renace de Membrilla, no en vano los veranos de la infancia los pasaba en nuestra localidad y sus padres son emigrantes de nuestro pueblo.
Juan no se ha conformado con superar la veintena de maratones, la mayoría de ellos con excepcionales marcas, sino que hace un año este isleño de adopción, se puso como gran reto finalizar una IRONMAN: 3 kilómetros y 800 metros nadando a mar abierto, 180 kilómetros en bicicleta (sin poder ir a rueda) y para finalizar, completar la distancia de Filípides, 42 kilómetros y 195 metros. Toda heroicidad atlética, deportiva y mental.
Finalizar esta prueba le ha supuesto a Juan cientos de horas de entrenamientos pues prácticamente ha estado un año preparándosela y como son tres disciplinas diferentes los entrenos han sido duros, sacando tiempo de todos lados aunque no el suficiente como le hubiese gustado, pero la recompensa es para conseguir ser un FINISHER, un IRONMAN.
El día de la prueba el despertador sonó a las 5 de la mañana, aunque no hizo falta, nos comenta. Con el neopreno puesto y el material revisado poco antes de la salida. El viento azotaba fuertemente la isla. A las 7 en punto se escucha el pistoletazo de salida y 1500 personas se ponen a nadar al mismo tiempo, ni más ni menos que 6000 extremidades golpeando el agua. Juan comienza tragando agua y como esta no es su especialidad espera que pase la marea humana para empezar la gran aventura. A pesar de perder tiempo en la salida, completa la distancia en una hora y dieciséis minutos en el puesto 1063. No le importa, no es su especialidad y además ha decidido ser conservador.
Una vez despojado del neopreno, coge el casco y su bici y empieza a rodar. Consciente de que le esperan 180 km, sale tranquilo y en los primeros 5 km le adelantan decenas de ciclistas a una velocidad inusitada. El viento sopla por todos lados, una dificultad añadida, pero Juan tras el avituallamiento del km 35 decide que es la hora de apretar el acelerador pues las sensaciones son buenas. Las carreteras están en muy mal estado, subidas y bajadas con espectaculares paisajes y el viento soplando de cara, pero con el aliento de la familia se hace más llevadero. Llega a la mítica carretera de Nazaret con la espalda muy cargada por lo irregular del terreno pero es el km 160 y ya huele a meta. Poco más tarde llega a Puerto del Carmen, la meta. El puesto ya es el 778 por lo que ha recuperado 300 posiciones y después de 6 horas y 45 minutos cambia la bici por las zapatillas y a correr se ha dicho.
Sólo quedan 42 km y pico corriendo, sólo un maratón, sólo. Los primeros 5 km son de adaptación pero tiene buenas sensaciones y a pesar de que el viento es en contra el ritmo es bastante aceptable, entorno a los cinco minutos el kilometro, es su especialidad y como fue conservador al inicio de la prueba la media maratón la pasa diez minutos menos de las dos horas y se encuentra bien por lo que sigue adelantando triatletas. La animación es tremenda y a falta de dos kilómetros se emociona, voy a ser IRONMAN, se repite él mismo. Quedan 200 metros, estos los hace acompañado de su familia de la mano, cruzando la meta y realizando un tiempo de 3 horas 44 minutos en la maratón, puesto 494, ha adelantado otros 300 corredores.
Son las 7 de la tarde del día 21 de mayo de 2011, después de 12 horas y 2 minutos, Juan Andrés Crespo Aparicio es FINISHER, es IRONMAN.
Enhorabuena Juan, eres todo un ejemplo de dedicación y superación pues esta prueba como su nombre indica, es para hombres de hierro, toda una hazaña para la memoria de este club.