La 42ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2023 proclamó el 17 de octubre como el Día Internacional del Patrimonio Cultural Inmaterial. Y Membrilla puede presumir de contar entre su Patrimonio con la Seguidilla de Membrilla, a raíz de la declaración de la Seguidilla Manchega como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Bien Inmaterial, en noviembre del 2015.
Para conmemorar esta primera edición en 2024, la UNESCO “anima hoy a los Estados Partes y otros interesados en la Convención de 2003 a unirse a la celebración organizando eventos y actividades que muestren la diversidad y riqueza del patrimonio vivo y sensibilicen sobre la importancia de su salvaguardia.”
Y eso es lo importante del asunto: celebrar y, sobre todo, salvaguardar nuestra Seguidilla.
“Membrilla es la cuna de una de las seguidillas manchegas más bailadas y de mayor consideración en el mundo de las agrupaciones folclóricas: la Seguidilla de Membrilla. Raro es el grupo de bailes regionales que no la incluya en su repertorio.
Su declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Bien Inmaterial, nos sirve como homenaje y reconocimiento no sólo a las generaciones que las idearon y "construyeron" en el marco de las fiestas populares de Membrilla, sino también a esos mayores que nos las han transmitido y a los miembros de las agrupaciones de bailes regionales de Membrilla que todavía luchan por conservarlas y compartirlas.” El valor del trabajo de la Rondalla Marmaria, del Grupo de Coros y Danzas El Rezuelo, de asociaciones como las Amas de Casa…
Sin embargo, en los últimos tiempos lamentamos los deslices en esta salvaguarda y transmisión, tras hechos tan incomprensibles como dejar que se “perdiesen” las clases de Bailes Regionales para los pequeños y pequeñas en la Universidad Popular, que tanta aceptación tenían, entre otros. Tampoco se han secundado iniciativas de promoción que permitan a las nuevas generaciones conocer un baile tan identitario, pero tan perdido ya, tan difuminado en la memoria local. Esta reflexión no implica que todo vecino y vecina de Membrilla tenga que pertenecer a un grupo de coros y danzas, saya y fajín y castañuela en ristre; sino que conozca el baile y su sentido y su importancia, que reconozca su elegante melodía, que pueda seguirlo en fiestas y romerías, que lo utilice como lo utilizaban los mayores: para divertirse. ¿No se han hecho incluso virales en Tik Tok los jóvenes aragoneses que han puesto paso de jota a la música más moderna?
La propia declaración subrayaba su valor: “La música y danza tradicionales de los pueblos y comarcas de nuestra comunidad autónoma representan una riqueza cultural de indudable valor y forman parte importantísima de nuestro patrimonio inmaterial. La pluralidad de sus manifestaciones artísticas lo convierten en uno de los más diversos y ricos conocidos”.
Todas las veces que ponemos en valor tradiciones de otros pueblos y visitamos patios, mayos, cruces, romerías, ferias… olvidamos que Membrilla también podría ser el centro de festejos singulares que nos infunden “un sentimiento de identidad y continuidad”, e incluso que podría ser el centro de la celebración de la Seguidilla a nivel regional.
Alabamos lo ajeno y, muchas veces, nos olvidamos de poner en valor lo nuestro. Reivindiquémoslo con orgullo. Disfrutémoslo.
17 de octubre: Celebremos la Seguidilla de Membrilla, nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.