Julián Estrada, Rocío Bazán, Francisco Escudero “El Perrete”. Con estas tres grandes voces, la Asociación Cultural Flamenca de Membrilla “Julián Estrada” volvió a organizar el pasado viernes a las puertas de Semana Santa el tradicional festival de saetas y flamenco, cuyo cartel, nos hacía predecir una velada extraordinaria que, sin lugar a dudas, cumplió los mejores pronósticos de principio a fin.
Para esta edición, se ha vuelto a apostar una vez más por un cartel de mixto de género femenino y masculino y por un cartel de artistas consagrados del flamenco.
Con un escenario vestido para ocasión, con la cruz, un balcón florido y nueva iluminación con colores rojos proyectados sobre cortinas negras, es el marco ideal para puesta en escena del flamenco.
El festival se dividió en dos bloques. La primera parte como viene siendo habitual, con las saetas y en la segunda nos adentramos en el flamenco.
Actuaron: Julián Estrada, Rocío Bazán, Francisco Escudero “El Perrete”.
Los tres realizaron dos rondas de saetas cantadas por varios estilos con la solemnidad que dicho cante requiere. Destacar la saeta del estilo antiguo de Porrinas de Badajoz interpretada por el “Perrete”. Las saetas evocan a un momento de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Tras un muy breve descanso, sobre el escenario apareció el mejor flamenco de la mano de los tres cantaores y cantaora, acompañados a la guitarra por nuestro paisano José Tomás Jiménez, ofreciendo un acompañamiento excelente con los tres cantaores, demostrando su gran capacidad y progresión, haciendo gala de su profesionalidad y conocedor del cante, demostrando porque es ganador del bordón minero y es llamado para acompañar a artistas de primer nivel.
En primer lugar, El extremeño Francisco Escudero “El Perrete”, comenzó con Petenera. La voz de "el Perrete", laina, (en la jerga flamenca a sí se denomina, voces finas). suena limpia clara alta y plena de melismas, en una ejecución de entrega absoluta. Creo que la mayor parte del público no conocía a este cantaor, y se sorprendió por la tesitura de su voz, que desde el primer momento fue acogida con agrado como lo demostró el público al finalizar este primer cante, que aplaudió con fuerza, algo que agradeció el cantaor, pasando a continuación a interpretar el siguiente tema, por Seguiriya y Cabal. Para finalizar por tientos-tangos, con matices de Porrina, levantando los aplausos del público que le jaleo con insistencia.
En segundo lugar, llegó desde su Estepona el arte de Rocío Bazán, para cantar por farrucas, Solea y cerrar por Bulerías, con la espontánea pataíta que se pegó para cerrar la actuación. Y como dice ella, no concibo el cante sin movimiento.
En tercer y último lugar salió Julián Estrada, interpretando Soleá de Alcalá cantadas con mucho gusto y compas, bien marcados con lo matices propios de este cante y, en su segunda actuación interpretó Malagueñas-abandolaos y cerró con unas alegrías que hizo las delicias de público junto a la impresionante guitarra de José Tomás.
Como final del festival hicieron un cierre por fandangos dejando un buen sabor de boca. Aplausos de despedida prolongados con una comunicación del público absoluta que obligo a los artistas a cantar otra ronda de fandangos, para rematar una noche de nuevo para el recuerdo.
Y como siempre, reiterar el comportamiento del público con su silencio y saber estar en este tipo de eventos, y que los cantaores lo valoran mucho.
Agradecer la colaboración de su presentación de Antonio Arroyo Villa
Me quiero despedir con este poema dedicado a Julián Estrada
El cante tiene grandeza
en la voz de su cantaor,
el maestro Julián estrada
lo canta con fiel devoción
para todos sus discípulos
que es su mejor afición
Fuera de los gustos, en este recital quedo palpable, que disfrutamos del flamenco tanto el público que asistimos como los artistas que lo ejercieron.
Asistieron unos 150 espectadores y es una pena para el esfuerzo que cuesta organizar este tipo de festivales.