Parece que Sherydan se aprendió bien la letra de aquella mítica canción de Queen. Presentaron un concierto valiente, y está bien decir valiente, porque donde no hay presupuesto no queda más remedio que conformarse con lo que hay. Ellos mismos ejercieron de músicos, montadores y técnicos, siempre ayudados por la incansable ayuda de sus amigos más cercanos.
A las diez en punto de la noche (hora para la que se programó el concierto) daba la sensación de no haber acertado con la fecha. Parecía suficiente motivo el fin de las festividades de Santiago, pero la gente no aguantó tanto. No había el ambiente de concierto esperado, Membrilla parecía querer descansar, pero todo estaba preparado y la banda subió al escenario de la discoteca "El Pato Loco" ante poco público. Pero la desilusión duraría poco, ya que mientras sonaba la intro que Sherydan viene utilizando para abrir sus conciertos, Somewhere, de Within Temptation, el público comenzó a llenar la sala. El concierto arrancó con Marmaria, muy rockera, el grupo sonaba con fuerza. El mal trago del concierto llegaría en la segunda canción. Descubriendo Nunca Jamás despertó al público, que ocupó la pista central de la sala, pero a los dos minutos de canción la luz de la discoteca se vino abajo y, aunque volvió a los cinco segundos, dejó maltrecho el equipo de sonido, sobre todo el sistema digital de la mesa de mezclas, que quedó bloqueada. Después de unos minutos de confusión y nervios, Abel, utilizando la mesa de monitores, quiso hacer la espera más corta tocando alguna canción con la guitarra acústica. Mientras tanto Periko, Joaquín, Cano, Nuria, Laura, Carlitos y Apeles intentaban solucionar el problema de la digital y decidieron sacrificar el sistema de iluminación para que no volviera a pasar.
El concierto continuó y, aunque los problemas en el sonido se hicieron evidentes, la grandeza de las canciones de Sherydan llenaron de buena música el recinto. Sonaron Donde exista la amistad, No existe palabra, Salir corriendo, de Amaral. Un homenaje a Antonio Vega, El sitio de mi recreo, daría paso a una de las canciones más cantadas de la noche, Recuerdas. Sin duda alguna el momento más grande de la noche llegó cuando comenzó a sonar Palpitar, una canción que se debería tener muy en cuenta, y más con la colaboración de Nuria; el público la cantó de principio a fin ante la sorpresa de la banda. Con Nuria en el escenario tocaron Azul e Y sin hablar, en las que el público siguió cantando a todo pulmón. Pasaba el reloj de las doce de la media noche y aún quedaba casi la mitad del concierto. Siguiendo en la línea de un público cómplice con el grupo sonó Causa perdida, Perdí, Where the streets have no name, de U2, En otra vida y Solo, cerrando el bloque fuerte del concierto. La banda quiso dar por concluido el concierto, pero el público pidió más. Salieron a tocar el bis previsto, en el que colaboró el hermano de Abel, Sergio. Te invito a vivir y Entre dos tierras, de – Héroes del Silencio, cerraron el concierto. Pero la gente quería más y subieron de nuevo para aceptar alguna propuesta del público: Mar adentro, de Héroes del Silencio y Tierra Prometida, de Mal Destino. Y el concierto se alargó, ya que Abel se quedó en el escenario con su guitarra para admitir peticiones. Todo acabó más cerca del lunes que del domingo.