La imagen de San José de Calasanz estrenaba un aspecto remozado este fin de semana en el marco de las fiestas organizadas en su honor por la Asociación de Vecinos del barrio que lleva su nombre. Por primera vez en sus 26 años de vida, la imagen ha sido sometida a un proceso de restauración del que se han encargado la Monjas Mínimas de Daimiel, autoras de otros procesos de carácter similar realizados en la población, como el de la Virgen del Carmen.
La imagen había sido adquirida en 1993 por la Asociación de Vecinos del barrio para presidir la ermita levantada en su honor junto al colegio san José de Calasanz. El propio José Fierrez (Maceo) y su esposa, quizá algún miembro más de la junta de la incipiente asociación de vecinos del barrio, se desplazaban hasta un comercio de Madrid para su compra. Se trataba de una imagen de pasta de madera, policromada al óleo, originaria del catálogo de los Talleres el Arte Cristiano.
El natural paso del tiempo y los traslados a los que se ve sometida cada año para presidir la eucaristía que realiza el Colegio durante las fiestas en su honor, celebradas en noviembre para acoplarlas dentro del calendario escolar, habían provocado roces y daños en la imagen.
A la suciedad en general, acumulada a lo largo de este cuarto de siglo, se sumaban algunos repintes localizados en la túnica del santo. El niño presentaba grietas, fisuras y desconchones. Por otro lado, la peana se encontraba en muy mal estado, con algunos desprendimientos y roturas.
Las Monjas Mínimas, que viven en clausura en el Monasterio de Ntra. Sra. de la Victoria, fundado en Daimiel en 1627 por devoción a San Francisco de Paula, se han hecho cargo de los problemas de la imagen. Tras la limpieza y la eliminación de repintes, las hermanas han reparado las grietas y los desperfectos, reintegrando la policromía para dotar a la imagen de un aspecto remozado. Un dorado de la moldura y un barnizado final de protección han completado el proceso de restauración.
La imagen regresaba a su ermita de Membrilla el día 15 de agosto, día inaugural de los Desposorios, para esperar su turno en el calendario festivo de la localidad y vivir de nuevo sus retomadas fiestas del barrio de San José de Calasanz este fin de semana.
