La Asociación Musical Maestro Emilio Cano regresaba al escenario de la Casa de Cultura para ofrecer su tradicional Concierto Sacro, un evento que se repite en años alternos y para el que han querido rodearse de jóvenes compositores e intérpretes, dirigidos en esta ocasión por Gustavo Ramírez.
Y de este modo, con un joven compositor, arrancaban su particular relato de la Pasión y Muerte de Jesús: La banda iniciaba el concierto interpretando por primera vez la Marcha Concertante, una elegía musical en honor a Manolo “Pines” escrita por Pedro Alberto Cobo Molina (Úbeda, 1983), músico miembro de la Banda Municipal de Jaén, que asistió al estreno desde el patio de butacas de la Casa de Cultura.
Sin perder su estremecedor efecto, los músicos volvían a interpretar el tercer movimiento de la Segunda Sinfonía de “La Passiò de Crist”, de Ferrer Ferrán, en un intenso recorrido musical de las últimas horas de Jesús, desde el episodio con los mercaderes del templo hasta la Resurrección.
El concierto se completó con una selección de las marchas procesionales más emblemáticas para esta formación musical, permitiendo al público admirar en su conjunto todos los matices de estas composiciones que la AMMEC interpretará durante la Semana Santa de Membrilla, Úbeda y Manzanares.
Iniciaban este itinerario musical con dos bellas marchas: Crucifixus, obra maestra de José Alberto Pina, perfecta banda sonora triste, melancólica y a la vez triunfal de los episodios de la crucifixión, y Ossana in excelsis, de Óscar Navarro, pieza ya indispensable de la Semana Santa donde la melancolía, la fuerza y la calma definen los tres temas relatados con nuevas armonías.
José Manuel Cano, músico, director y profesor en el conservatorio de Linares, tomaba en este punto la batuta para dirigir una de sus composiciones, Pasa la Virgen de Gracia, que dedicó el año 2010 a la Virgen de Gracia de Úbeda, su ciudad natal.
El concierto se cerró con cuatro marchas procesionales emblemáticas dentro del repertorio de la Semana Santa, en las que la banda contó con la colaboración de dos voces excepcionales: Maribel Arroyo Naranjo y Sandra Fernández Borja.
Maribel Arroyo interpretaba Caridad del Guadalquivir, de Paco Lola, en una adaptación para banda de Juan José Puntas, y La Madrugá, de Abel Moreno. Nuestra vecina Sandra Fernández Borja hacía lo propio con La Saeta, de Joan Manuel Serrat, cerrando el concierto con una interpretación conjunta de Al alba, de Luis Eduardo Aute, en una adaptación para banda de Gustavo Ramírez.
El broche de oro lo ponía, fuera de programa, la marcha más interpretada por la Asociación Musical Maestro Emilio Cano en su periplo musical por las estaciones de penitencia de La Mancha y Andalucía: Mi Amargura, de Víctor M. Ferrer.