Los componentes de Las Andanzas de don Félix desembarcan en este 2018, concretamente los días 13,14 y 15 de abril, en nuestra Casa de Cultura, del mismo modo que desembarcaba en Epidamno (lugar donde se desarrolla la acción) Sósicless, en compañía de su esclavo con el que había emprendido la larga búsqueda de su hermano gemelo. Este es el leitmotiv de la comedia de Plauto Los dos Menecmos. Una buena elección que da la posibilidad tanto al grupo de teatro como a los espectadores de seguir explorando en los distintos géneros y épocas de la dramaturgia.
Ya son cinco representaciones las que ha puesto en escena este grupo que irrumpió en la farándula de la mano del «Fénix de los ingenios» a quién debe su nombre. Es justo reconocer que han obtenido gran éxito en todos sus montajes acertando siempre, tanto en la elección de las obras, como en la elección de los actores que cada año se van incorporando al elenco habitual, que en esta ocasión estuvo compuesto por José Carlos Sánchez-Elipe, Juan de La Torre, Mateo Jiménez, Agustín Borja, Sergio Serrano, Mariate Borja, Encarni Alarcón, Cati Jiménez, Isabel Jiménez, Vicente Bellón, Julián Antonio Donoso y Antonia Fernández, esta última en una valiosa sustitución de María García a la que un imprevisto le impidió subirse a escena. Antonia compaginó esta sustitución con su labor habitual de apuntadora.
Si el año pasado nos sorprendía gratamente el novel Sergio Serrano, no lo han hecho menos los nuevos fichajes: Julián Antonio Donoso y Mateo Jiménez, quienes se incorporaban al elenco de este grupo haciendo uso de todo el ingenio del que fueron capaces para darle vida a sus personajes, de médico uno, y del pícaro Cepillo el otro.
Es esta obra un modelo significativo de la comedia de enredos que sirvió de inspiración para muchas comedias escritas posteriormente. Enredos que, seguramente, Plauto rescató de la vida real de esa época arcaica y que curiosamente perduran a través de los siglos, demostrando así la poca evolución de la esencia del ser humano al que ayer y hoy le han movido los mismos intereses: los materiales y los placeres de la mesa y de la carne.
Significativa fue la dirección y la selección musical, que corrieron a cargo de Antonio Márquez. También cabe destacar la adaptación de la obra que hizo Manolo García Díaz-Pintado, además del atrezzo y decorado que con maña recreaba la época romana en la que se desarrollaba la obra. Del control de luces y sonido se hizo cargo Germán Muñoz.
Mientras escribo esta crónica escucho unas declaraciones del gran Raphael que dice que al público hay que darle verdad siempre, si no se cansa, y esto fue lo que nos dieron los componentes de Las Andanzas de don Félix: verdad. Una verdad que se reflejó claramente en el entusiasmo que todos y cada uno de los actores demostraron en el escenario.
Un buen equipo que consiguió que la magia del teatro fuera posible y, de paso, que los amantes de la farándula nos sintamos satisfechos al saber que la cultura teatral de Membrilla late a buen ritmo.
Alicia Jiménez Muñoz