La Peña Cultural Flamenca “Julián Estrada” de Membrilla volvió a organizar el pasado viernes, a las puertas de Semana Santa, el tradicional festival de saetas y flamenco. Para esta edición se ha vuelto a apostar una vez más por un cartel de jóvenes promesas del cante en pos de la promoción del flamenco.
El festival se dividió en dos bloques. La primera parte, como viene siendo habitual, protagonizada por las saetas y la segunda, por el flamenco.
Sea justo empezar la crónica con ésta fórmula festivalera y disfrutar del estilo propio de cada uno, con Raúl Alcántara “El Troya”, Mª Ángeles Martínez y Nazareth Romero.
Los tres realizaron dos rondas de saetas cantadas por varios estilos con la solemnidad que dicho cante requiere. Destacar el vestuario puesto en escena para este cante por parte de las artistas, con vestido negro o con traje de chaqueta, en un gesto con el que le da respeto, importancia a esa situación, porque las saetas evocan a un momento de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Abrió el festival Mª Ángeles Martínez, con una saeta por seguiriyas con cambio a martinete. Raúl Alcántara “El Troya”, acompañado a la guitarra por José Tomás Jiménez en su segunda actuación interpretó la Saeta del poema de Machado popularizada por Juan Manuel Serrat e hizo que el público se emocionara, cerrando Nazareth Romero con expresividad y derroche de facultades.
Tras un muy breve descanso, sobre el escenario apareció el mejor flamenco de la mano de los tres jóvenes cantaores, acompañados a la guitarra por nuestro paisano José Tomás Jiménez, que una vez más demostró su gran capacidad y progresión, haciendo gala de su profesionalidad y conocedor del cante demostrando porqué es ganador del Bordón Minero.
En primer lugar, actuó Nazareth Romero interpretando una Taranta de Linares bien marcada con lo matices propios de este palo, y en segundo lugar cantó unas coplas por bulerías cantadas con mucho gusto, cerrando con una ronda de fandangos de varios estilos y dedicados a todas las madres. En ambas interpretaciones demostró gran dominio de los palos, con una puesta en escena muy flamenca. No cabe duda que Nazaret pese a su juventud está destinada a hacer cosas importantes en el flamenco.
El cordobés Raúl Alcántara “El Troya” se presentó con una bulerías por soleá, cambió totalmente de ritmo y estilo para continuar por malagueñas con remate de abandolaos y se despidió con una tanda de fandangos muy variados y de gustos personales. En ambas interpretaciones demostró tener un conocimiento profundo del cante jondo y que tiene una perfecta modulación, un buen manejo de los registros y una buena distribución del diafragma.
En tercer y último lugar salió Mª Ángeles Martínez, interpretando una soleá cantada con mucho gusto, bien marcada con lo matices propios de este cante. En su segunda intervención cantó por alegrías para pasar a interpretar unos fandangos. Al igual que Nazaret, y también pese a su juventud, demuestra que tiene un gran futuro en el flamenco. Su cante es absolutamente limpio en su justa medida.
Como final del festival hicieron un cierre por bulerías dejando un buen sabor de boca e incluso Mª Ángeles Martínez se marcó unas pataditas. Aplausos de despedida prolongados con una comunicación del público absoluta.
Y como siempre reiterar el comportamiento del público con su silencio y saber estar en este tipo de eventos, que los cantaores valoran mucho.
Agradecer la colaboración de Antonio Arroyo Villa, el que entre presentación y presentación nos ilustró con detalles históricos sobre la saeta y el cante.
Me quiero despedir con este poema dedicado a Mª Ángeles Martínez
Naciste con el cante en la sangre,
no te lo quita nadie por ser grande,
así te parió tu mare con ese arte
María Ángeles Martínez para el cante,
Texto y fotos: Peña Cultural Flamenca “Julián Estrada”