Con una impecable formación en la Plaza del Azafranal, las tres agrupaciones de la Semana Santa se presentaban ante los vecinos en la tarde del pasado sábado; iguales y unidas en el mismo sentimiento de pertenecer a la gran familia de la música cofrade de Membrilla; distintas en lo exterior, -en el color y en el estilo musical-, para completar la variada y rica banda sonora de los desfiles procesionales de la localidad.
Las tres formaciones desfilaron en ordinario hasta el Pabellón del Espino, donde una vez más compartirían escenario en lo que ya suma la séptima edición del certamen de música cofrade de la Semana Santa de Membrilla. Este año con el antecedente vivido en Villarrubia, donde las tres bandas pisaron el mismo escenario en el marco del XXIV Certamen Provincial, llamado acertadamente “Acordes Nazarenos. Sentimiento y Pasión por la música”. En la presentación, los jóvenes confirmados del año pasado, María y Raúl.
La primera en actuar fue la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno, la más joven de las tres formaciones con apenas nueve años de andadura y la única representante del llamado estilo de la policía armada de la localidad. Los miembros de la banda subieron al escenario con la cabeza descubierta, ya que fue expreso deseo de todos sus miembros “dedicar la actuación de este certamen a ese nazareno de túnica morada que falleció trágicamente el pasado año, en la localidad vecina de La Solana, el cual fue miembro de la junta de gobierno de esta hermandad y que a buen seguro el señor lo tendrá en un lugar preferente junto a él.”
La banda interpretó las marchas Bulerías en San Román, Cristo del Amor, A esta es! y estrenó para el público de Membrilla la emblemática Silencio Blanco, marcha con la que honrarán a su titular Jesús Nazareno en su salida del templo en la madrugada del Viernes Santo.
Le siguió sobre el escenario la más veterana de las tres formaciones: la Agrupación Musical Santa Verónica que dejó patente su madurez en la música cofrade tras más de veinte años creciendo sobre la base del trabajo constante y la evolución de estilos, -afianzándose en el de agrupación musical-, y repertorio. Con nuevas escoltas y algunas cuerdas reforzadas, interpretaron para el público cuatro marchas nuevas: Reo de Muerte, Orando al Padre, Tu humilde Mirada y Costaleros del Amor; todas composiciones emblemáticas pese a su juventud, ya que salvo la primera han nacido en los últimos años.
Cerró la actuación la Agrupación Musical San Juan Evangelista, que tras estrenar su nuevo banderín el pasado mes de marzo estrenaba el sábado nuevas galas para las cornetas. Pese a lo accidentado del inicio de su actuación, la agrupación mostró sobre el escenario la evolución de los trece años que lleva acompañando a su hermandad, desde aquellos primeros inicios como banda de cornetas hasta su apuesta por el estilo de agrupación musical. Cuatro marchas completaron su repertorio para la tarde del sábado: Y al tercer día, Gitano de Sevilla, Costaleros Gitanos y Caridad del Guadalquivir.
Como marca la tradición de estos certámenes, las tres formaciones musicales rubricaron la muestra local interpretando juntas sobre el escenario La Saeta, con el Himno Nacional como broche de una nueva velada de música cofrade que sin lugar a dudas despertó en cada uno de los quinientos espectadores profundos sentimientos nazarenos, preludio de la Semana Grande que viviremos en la localidad en fechas próximas.