En Membrilla la música es algo más que una partitura: Su lectura sobrepasa el simple papel. Es lo que se lee en los ojos de todos los músicos de Membrilla no sólo cuando nos regalan sobre un escenario el trabajo de horas y horas de ensayos, sino también cuando ríen juntos compartiendo ese tiempo mágico sin instrumento, sabedores de que la música, aún en modo silencio, forma parte de sus vidas.
Son muchas las formaciones musicales de Membrilla: dos extraordinarias bandas de música “mayores” y una juvenil; grupos de tunos, de flamencos y varias rondallas nacidas de la tradición popular más exquisita, cuna de nuestra famosa seguidilla. Grupos jóvenes y solistas que exploran las nuevas tendencias; grandes guitarristas; incluso tres bandas de cornetas y tambores que ponen el acompañamiento musical a nuestra Semana Santa. Alguno más, quizá…
Aún reconociendo siempre el valor de la trasmisión popular y la destreza del aprendizaje más autodidacta, es justo hoy rendir homenaje a una de las instituciones que más está trabajando por el desarrollo musical en nuestra población: la Escuela Municipal de Música.
Levantada sobre los cimientos de una formación musical pionera llevada a cabo por unos primeros músicos locales en condiciones difíciles por la escasez de medios (clases en sus casas, en aulas sin recursos adecuados o en espacios improvisados), la Escuela Municipal de Música estrenaba nuevas instalaciones el 10 de diciembre del año 2006. Siempre tuvimos el convencimiento de que se trataba de un emplazamiento provisional en espera de poder contar con más recursos y mejores espacios donde ampliar estas enseñanzas, algo en lo que se siguió trabajando, con la mirada de muchos puesta en el antiguo Consultorio Médico a falta de una nueva construcción, y que dará sus frutos en breve. A principios del 2017, el edificio del anterior consultorio local de la calle La Lonja acogerá las nuevas instalaciones de la Escuela Municipal de Música. Contará con tres aulas grandes, una de ellas para ensayos y percusión y cinco cabinas, además de ascensor y sala de espera para padres y alumnos, entre otros espacios. Habrá algunas limitaciones en lo que se refiere a una gran sala de ensayo, pero en líneas generales mejora el espacio de la actual Escuela, que se ha quedado pequeño en los últimos años debido a la gran demanda de enseñanzas musicales en la localidad.
La Escuela Municipal de Música nació un 10 de diciembre hace hoy diez años. Y fue un buen inicio. Desde aquel momento, el número de alumnos y especialidades instrumentales impartidas creció como la espuma, sirviendo de cantera formativa a cientos de músicos que hoy integran las diferentes agrupaciones musicales de la localidad. Incluso formándoles en un primer acercamiento al Conjunto Instrumental dirigidos por el Director del centro, el músico Emilio Cano Jiménez, nieto de aquel Emilio Cano de finales del siglo XIX que fue pionero de la enseñanza musical en Membrilla, siendo la primera persona que formó un conjunto instrumental en la localidad, primitivo origen de las actuales bandas de música.
Lo especial del aniversario que hoy celebramos es que en esa inauguración de las instalaciones estuvimos acompañados por Fernando Argenta, que ejerció como padrino de nuestra Escuela de Música; una extraordinaria personalidad que desapareció también en diciembre, hace ahora tres años.
Fernando Argenta defendió siempre la educación musical para los niños y jóvenes. Lo hizo en su vida y con su obra, de la que nos regaló unos pequeños “Conciertazos” tanto el día de la inauguración de la Escuela de Música como años más tarde en el Pabellón del Espino acompañado por la Asociación Musical Maestro Emilio Cano.
Siguiendo el legado y el mensaje de Argenta, celebramos hoy el décimo cumpleaños de nuestra Escuela de Música, el último aniversario en las aulas de los Paseos del Espino, con el deseo de que dentro de unos años la gran afición musical en Membrilla vuelva a dejar pequeñas las nuevas instalaciones.