Una noche de cuentos portadores de la fantasía popular

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El pasado viernes 8 de noviembre la Casa de Cultura de Membrilla se llenó de magia. La magia que encierran los cuentos. Un hechizo por el que todos, alguna vez, nos hemos dejado embelesar.

El escenario estaba presidido por dos grandes ilustraciones, idóneas para la ocasión, pintadas por el presidente del grupo literario Airén, Manuel García, que simulaban las portadas de los cuentos troquelados. El acto se inició con la presentación de Juani Núñez que empezó explicando la dinámica del acto y terminó elogiando la esencia de los cuentos. En el centro del escenario, un corro de sillas por el que fueron rotando los que en esa noche se transformaron en cuentacuentos: Ramoni Andújar, Amalia Aparicio, Vicente Ballesteros, Tomasa Menchén, Luisa Díaz, Antonia Fernández, Lola Jiménez, Alicia Jiménez, Cati Martin y Paco Ballesteros.

Fueron distintas las temáticas en las que se basaron las narraciones: desde la huelga de una mamá harta de no contar con la colaboración, en las tareas de casa, del resto de su familia. Pasando por las aventuras y desventuras de dos manchegos que se fueron de crucero y determinaron, al final del cuento, poner a Dios como testigo de no volver a repetirlo nunca más. La vida de un rey encantado y una reina desencantada que tenían ciertas coincidencias con alguna familia real conocida. Las ingeniosidades de dos mamás ciervas por controlar a sus cervatillas. La magia de un lapicero especial en manos de una niña especial. Las aventuras de una caracola en el fondo del mar. Las ocurrencias de unos niños traviesos para deshacerse de un pelmazo que había llegado a visitar a sus padres. Un dragón llamado Tritiritón encerrado en un sueño y causante del amor a los cuentos de la narradora. Conversaciones entre una vaca y una hormiga y para terminar, los despropósitos de un hada mentirosa.

Una noche de cuentos portadores de la fantasía popularFinalizada la intervención de los componentes del grupo literario Airén, tomó el relevo una caterva de pequeñajos artistas, dirigidos por su monitora, Yolanda Márquez, que escenificaron un cuento basado en la importancia de la unidad, extrapolada a los colores del arcoíris. Llenaron el escenario de ternura; recitaron, cantaron y bailaron, dejando patente la semilla del arte de la escenificación que, seguramente germinará cuando sean mayores para ser los encargados de recoger el testigo de los que ahora tenemos la osadía y la ilusión (a partes iguales) de subirnos a un escenario y velar para que la cultura local siga ocupando un lugar destacado en el alma del público en general y concretamente en el alma de los membrillatos.

Un obsequio a cada uno de los niños y a la monitora, en agradecimiento a su colaboración desinteresada, de parte del grupo literario Airen entregado por manos de su presidente, Manuel García, y una foto de grupo, fueron el punto final de un acto que recogió la necesidad primaria de todo ser humano: Contar y Escuchar, para transmitir de generación en generación la sabiduría, las tradiciones y el idioma, pilares fundamentales de donde parten los orígenes de la literatura.

¡Gracias a todos los que asistieron!

Grupo literario Airén

 

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