El antiguo escolán Francisco José Román, director del coro Mansil Nahar, retornó a sus inicios musicales y corales en la Escolanía del Valle de los Caídos para presentar uno de los proyectos más interesantes de Mansil Nahar: su coro de voces blancas; un proyecto que ha cumplido dos años de vida y que no ha cesado de crecer, tanto en el número de participantes, el coro está formado en la actualidad por más de una treintena de niños y jóvenes de Membrilla y Manzanares, como en calidad musical.
El propio director explicaba así la génesis de este encuentro: "En la última visita que hice al Monasterio en el mes de agosto de este año, hablando de nuestro coro y de sus últimos conciertos con el Padre Santiago, Director del colegio y con el Padre Laurentino, Director artístico, acordamos hacer cuanto antes un encuentro entre los coros, en el Valle de los Caídos, para que se conocieran musical y personalmente."
Para unos chicos que se inician en el canto coral, como son los jóvenes componentes de Mansil Nahar, supone un verdadero regalo este acercamiento a la Escolanía del Valle de los Caídos, una de las formaciones corales de mayor prestigio, tanto en nuestro país como fuera de nuestras fronteras. La Escolanía está formada por unos cincuenta niños de toda España, de 9 a 14 años, que reciben una sólida y personalizada formación académica y musical. Junto a los estudios oficiales de Primaria y Secundaria, estudian Lenguaje Musical, uno o dos instrumentos, Música de Cámara y, por supuesto Canto Coral. Su repertorio abarca desde la monodia medieval hasta la polifonía sagrada y profana de las diferentes épocas de la historia de la música. Diariamente, cantan en la Basílica la misa solemne, junto a los monjes benedictinos, una celebración a la que asisten personas de todo el mundo. Es la única Escolanía del mundo que canta gregoriano todos los días durante el curso académico y siempre se ha distinguido por el cultivo del mismo. Además, los escolanes del Valle tienen el mérito de cantar prácticamente cada día una Misa distinta, algo que no es nada corriente en otros coros de niños, y eso les confiere al cabo de los años una preparación magnífica y realmente única en canto gregoriano. En la actualidad Carlos Labarta es el Director de Polifonía y el Padre Laurentino el Coordinador artístico y Director del Canto Llano.
Considerando todo esto, los objetivos que desde la dirección de Mansil Nahar se marcaron con este encuentro estaban claros: Conocer la labor musical que hacen con estos niños los Benedictinos del Valle, al tiempo que se aprovechaba el viaje para visitar la Basílica, el Monasterio y la propia Escolanía donde estudian los chicos. Todo ello en el marco de un día de convivencia que permitiese no sólo realizar una Audición abierta en la Escolanía en la que participaran ambas agrupaciones, sino también favorecer un acercamiento lúdico organizando juegos y otras actividades.
La jornada matinal tuvo un preámbulo cultural en la visita al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, en el que pudieron visitarse las estancias palaciegas, los panteones, la basílica y otros espacios de singular trazado como la Biblioteca, las Salas Capitulares o la Sala de las Batallas, además de disfrutar de la amplia colección escultórica y pictórica atesorada por los Austrias. Desde allí, las voces blancas de Mansil Nahar y familiares se desplazaron hasta la Abadía del Valle de los Caídos donde pudieron admirar los extraordinarios paisajes de la Sierra de Guadarrama y visitar el espacio arquitectónico de la Basílica invitados por los frailes benedictinos.
Una vez repuestas las fuerzas con una comida en las dependencias de la Escolanía, se celebró una audición conjunta, impresionante pese a su carácter sencillo e íntimo, en la que ambas formaciones musicales pusieron sobre el escenario una muestra de su particular estilo y repertorio. Inició el concierto el Coro de Voces Blancas Mansil Nahar, dirigido por Francisco José Román y acompañado al piano por Rafael Arróspide, que interpretó temas como A Clare Benediction, de Rutter, Ophelia Letter blow'way, de P. Griffon, el réquiem Pie Iesu de Webber, Can you hear me?, de Bob Chilcott... Los jóvenes escolanes, dirigidos por Carlos Labarta, ofrecieron una muestra de polifonía sacra con temas como el Iubilate Deo y concluyendo con un meritorio Aleluya de Mozart donde destacó la voz solista de Ramiro Valero, escolán procedente de Tomelloso.
El resto de la tarde se completó para los mayores con una visita-café a la Hospedería del Valle de los Caídos y un recorrido por las zonas exteriores del Monasterio. Para los pequeños, juegos en los patios exteriores y en los campos de deportes organizados por Anselmo, un antiguo escolán que acabó sus estudios el año pasado y que ahora forma parte de Mansil Nahar.
Reconociendo ante todo la extraordinaria hospitalidad de los padres benedictinos y su gran labor, la experiencia para las jóvenes voces blancas y sus acompañantes resultó sumamente positiva, según reconocía Francisco Román: "Creo que el ir al Valle y conocer la técnica con la que cantan estos chicos es muy enriquecedor para nuestro joven coro. Hemos aprendido muchas cosas de ellos y sobre todo hemos hecho muy buenos amigos. La experiencia ha sido tan positiva que la repetiremos con cierta frecuencia."
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