Los integrantes de la Rondalla Marmaria, tanto los músicos como el cuerpo de baile, fueron los encargados este año de poner la nota musical en la navideña visita a los belenes y escaparates de la localidad organizada desde la Concejalía de Cultura, que este año ha cambiado de formato y de horario suscitando diferentes valoraciones entre los vecinos participantes.
De la modalidad de concurso local ha pasado a convertirse en una muestra de belenes y escaparates en la ya no existe un jurado calificador ni unos premios, siendo obsequiados todos los participantes con un vale de 30 euros canjeable en cualquier tienda de comestibles de la localidad. La visita, trasladada ahora a la mañana del domingo, sigue siendo un importante elemento revitalizador de las tradiciones de la Navidad, implicando a los vecinos en el tradicional acto de poner el belén y decorar los escaparates de los establecimientos de la localidad, además de crear un ambiente navideño por las calles a ritmo de jotas y villancicos. Aunque no faltó una sencilla sugerencia por parte de los vecinos: poder conocer de antemano el itinerario que seguirá la comitiva visitante, un pequeño matiz de caracter orientativo que tiene su importancia a la hora de organizarse en la casa, de sumarse al grupo de músicos o de participar de alguna u otra manera en el evento.
La Rondalla Marmaria, uno de los grupos más representativos de la música y el folclore local, acompañada por un grupo de miembros del equipo de gobierno y de vecinos de la localidad, recorrió una docena de establecimientos comerciales y domicilios particulares cantando villancicos y regalando alguna que otra improvisada jota o seguidilla por las calles, sin olvidar una navideña visita al Centro de Día, un verdadero regalo para disfrute de los ancianos a los que se les presta asistencia.
