Las últimas obras de restauración recuperan la estructura original de varias estancias de la ermita

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Las últimas obras de restauración de la ermita llevadas a cabo por la Cofradía de la Virgen del Espino durante los últimos meses no sólo han servido para arreglar deterioros y ampliar espacios, además de realizar importantes mejoras en la subida y en el camarín de la patrona.  Su mayor valor reside en el hecho de que han permitido la recuperación de la estructura original de piezas como la sacristía y el sotocamarín, la pieza situada debajo del camarín de la Virgen, respetando en todo momento los elementos antiguos y siguiendo una línea estética sobria y elegante en la que ha primado la restauración y la conservación.

La restauración se hizo obligatoria debido al acusado estado de deterioro en estas estancias anexas a la ermita, provocado en gran medida por la humedad, como ya ocurriera en la propia nave y capilla de la ermita años atrás. Además el uso de las instalaciones originó la necesidad de acondicionar de un modo más adecuado los espacios de preparación al culto y de reunión, como en el caso de la sacristía. Un motivo más, no menos importante, surge de la necesidad de habilitar espacios apropiados para almacenaje tanto de los objetos de culto vinculados a la celebración de la eucaristía como los elementos vinculados a la propia Cofradía y a la devoción a la patrona a lo largo de los siglos.

Las obras han sido sufragadas en su totalidad por la Cofradía de la Virgen gracias a las aportaciones económicas que han realizado a la misma los vecinos de Membrilla en diferentes actos de donación y colectas.

La Cofradía ha habilitado unas jornadas de puertas abiertas para que los vecinos visiten las obras realizadas y otras dependencias de la ermita. Serán los días 5,6 y 7 de Agosto en horario de 20:00 a 23:00.

 

Sale a la luz la estructura original del sotocamarín

Sotocamarín de la ermitaEl inicio de las obras de restauración del sotocamarín, la pieza situada en un semisótano bajo el camarín de la Virgen del Espino, a la que se accede desde la sacristía, trajo a los promotores una gran sorpresa: bajo gruesas capas de yesos acumulados a lo largo de la historia apareció la antigua estructura en piedra de los muros de la ermita, quizá algunos originarios del antiguo castillo. Las obras han recuperado el antiguo espacio de entrada a la pieza, anteriormente tapado, al que servía de entrada una pequeña puerta de madera. Una estructura original que es especialmente atractiva en el marco de entrada a la estancia del sotocamarín, donde salió a la luz una jamba construida con antiguas piedras de sillería (similares a las de la parroquia) que sostienen un dintel con una viga de madera de muchos siglos. Se ha restaurado y pintado la bóveda de yeso de la estancia.

La entrada al sotocamarín se ha decorado con una alabarda con encastre antiguo de hierro donada por Martín Montero. En la pieza se guardan algunos elementos del vestuario de la patrona, una alfombra elaborada por las monjas de clausura del monasterio que se utilizaba en el momento de vestir a la Virgen y una pequeña exposición de antiguas casullas, algunas anteriores a la Guerra Civil. Cada una representa una época litúrgica y están acompañadas por su cubrecáliz. Destacan algunos bordados de curiosa factura y la casulla para oficiar entierros, de la época en la que los curas iban a la casa y el difunto era trasladado en carro.

Entrada al sotocamarín Casulla

 

La recuperación de la sacristía

Sacristía de la ermitaCon igual sorpresa que en el caso del sotocamarín se iniciaron las obras de picado de las paredes de la sacristía para recuperar unos elementos estructurales datados en un principio en el siglo XVI por las características constructivas a base de piedra, ladrillo y mortero de yeso. El solado, muy deteriorado, ha sido sustituido por un nuevo suelo de baldosas destacando varias alfombras cerámicas en mosaico. También se ha restaurado y pintado la bóveda de medio punto.

Dentro del mobiliario, se ha restaurado la cajonera, anterior a la Guerra Civil y de una sola pieza de más de tres metros de largo. También se han conservado y restaurado la puerta de acceso desde la nave central de la ermita, obra del padre de D. Pedro Roncero. El mobiliario de despacho y el crucifijo ha sido donado por la Caja Rural y se ha adquirido un nuevo armario para guardar las casullas.

Con acceso desde la sacristía y aprovechando las obras, también se ha habilitado un pequeño almacén para guardar enseres de la Cofradía.

Subida al camarín desde la sacristía y entrada al sotocamarín.

 

El camarín de la Virgen

Uno de los puntos más tristes dentro de la historia reciente de nuestra población es la destrucción Acceso al camarín de la Virgen del Espinodel patrimonio arquitectónico y artístico vinculado a la Iglesia en el inicio de la Guerra Civil. El incendio de la ermita no sólo destruyó la imaginería religiosa y gran parte de la estructura del edificio, sino que acabó con uno de los elementos más curiosos del templo: los frescos que cubrían la subida al camarín de la Virgen. Unas pinturas alusivas a la vida de la Virgen que quedaron totalmente destruidas y de las que no han aparecido restos durante las obras de restauración.

Tanto en la subida como en el camarín de la Virgen se han restaurado las paredes de yeso y la bóveda, eliminando humedades, manteniéndose el antiguo marperlán de madera que cubría el canto de las escaleras de acceso. El suelo del camarín se ha cubierto con otra alfombra cerámica y se han limpiado las tres vidrieras que iluminan la subida y la estancia, donadas por varias familias de Membrilla. También se han realizado algunas mejoras en la estancia ocupada por la Virgen del Espino.

El camarín se ha decorado con varios elementos que pese a datar del siglo pasado ya acumulan su propio valor histórico: la imagen de la Virgen de Fátima, la imagen de San José Carpintero que acompañaba a la Virgen en los Desposorios, los ángeles de bronce del antiguo templete, una pieza de la hornacina que San José tenía en la ermita y una lámpara de vidrio donada por Teresa Andujar.

Otras obras en torno a la ermita

Además de las obras realizadas en las estancias de acceso al camarín de la Virgen, la Cofradía ha realizado durante el pasado año diferentes actuaciones de gran importancia tanto en el mantenimiento del interior y exterior del edificio y de la estructura del entorno del cerro como en la mejora de los medios necesarios tanto para el culto como para el funcionamiento mismo de la Cofradía.

Así, se han rehabilitado las campanas de la parroquia. También se ha reforzado la línea de la luz y se ha instalado nueva megafonía en la ermita. Se ha iluminado el arco de la subida y la rampa de bajada hacia el río, rampa que también ha sido restaurada. Se ha efectuado una reposición de tierras para evitar la erosión del cerro y se han canalizado las aguas en una de sus vertientes.

En el acceso a la ermita se han adaptado las barandillas de pasamanos de la subida. Ya en el interior, se ha repasado la pintura de la capilla de Santiago.

La Cofradía también ha tenido que adquirir sillas y otros enseres necesarios para la celebración de los Desposorios.

Como obra de artesanía, se ha llevado a cabo la compleja restauración del manto de la Virgen donado por la familia Nuñez-Cacho en 1968, un manto que la Virgen lucirá durante todas las fiestas de los Desposorios 2011 y que también permanecerá expuesto durante el próximo fin de semana en las estancias de la ermita.

Manto donado por la familia Nuñez-Cacho

 

 

 

 


 

 

 

 

 

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