El I Encuentro Nacional de Bandas Juveniles de Música dejó en el público la firme sensación de haber asistido a un acontecimiento importante en la historia de la música de Membrilla: La primera vez que cientos de pequeños intérpretes recorren unidos las calles de la localidad llenando de música y mucho talento una inédita noche de verano a los pies de la Ermita del Espino.
Tras la recepción oficial en la mañana del domingo, tanto en la sede de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano, anfitriona y organizadora del evento, como en el Ayuntamiento por las autoridades locales, las dos bandas visitantes, la Banda Infantil- Juvenil de la Agrupación Musical Ubetense, de Úbeda (Jaén) y la banda de la academia de música de la Agrupación Musical Cristóbal Marín, de Villacarrillo (Jaén), tuvieron la oportunidad de realizar un pequeño recorrido turístico por nuestra población que les llevó a lugares tan emblemáticos como la Ermita de la Virgen del Espino o la iglesia parroquial. En la ermita, Jose Antonio Perez Perona (Licenciado en Historia) impartió una charla magistral de historia y arte en torno a estos dos monumentos, además de introducir a nuestros invitados en la historia, significado y origen de los Desposorios.
Después de la comida y de una refrescante sobremesa en la piscina municipal, los jóvenes músicos se prepararon para iniciar uno de los momentos más emotivos del encuentro: el pasacalles conjunto. La Banda Juvenil de la asociación local partió desde la Plazoleta de la Luz hacia la Plaza del Azafranal y a su llegada dio el pistoletazo de salida para que la Agrupación Musical Ubetense realizase su particular pasacalles desde la Plaza de Santa Catalina, siendo recibida en la plaza con numerosos aplausos del público congregado. En este momento, la banda juvenil de Villacarrillo partió desde la puerta de la Casa de Cultura en otro lucido pasacalles que les llevaría por la Calle Mayor hasta la Plaza del Azafranal, aplaudido punto de encuentro con las otras dos agrupaciones.
La Plaza del Azafranal sirvió como punto de partida para el pasacalles conjunto: las tres agrupaciones se fundieron en una impresionante banda de música y, con los tres directores a la cabeza, más de un centenar de pequeños músicos recorrieron la Calle Cervantes y los Paseos del Espino interpretando el alegre pasacalles Xabia hasta su llegada a las inmediaciones del quiosco de la música del parque, donde tuvo lugar el concierto.
Numerosos vecinos y visitantes se congregaron alrededor del templete para disfrutar del encuentro musical, consolidando así la recuperación de uno de los espacios más tradicionales y emblemáticos de la historia de la música de Membrilla, que además cuenta con el atractivo añadido del marco escénico que conforma el propio parque, en una agradable noche de verano, a los pies de la Ermita de la Virgen del Espino.
Abrió el concierto la gran Banda Infantil-Juvenil de la Agrupación Musical Ubetense que bajo la dirección de Rafael Martínez interpretó de manera magistral piezas como Aladdin (A Wole New World) de Alan Menken, el divertido Baby Elephant Walk de Henry Manzini, A Little South Of Grandview de Jim Shaw y el tema principal de la película Rocky.
En segundo lugar actuó la Banda de la Academia de Música de la Agrupación Musical Cristóbal Marín de Villacarrillo, dirigida por Fernando Vázquez Sevilla. Los pequeños músicos interpretaron el pasodoble de concierto Recordando a un Amigo, de Paulino Martí, nos llevaron al oeste de la mano de Los 7 Magníficos, de Elmer Bernstein, y arrancaron grandes aplausos del público con la Obertura Española de John Higgins. Cerraron su actuación con las notas musicales de John Williams.
La Banda Juvenil de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano, anfitriona del encuentro, fue la encargada de finalizar el concierto. Dirigidos por Rafael Ramírez López-Villalta, los niños y niñas de Membrilla interpretaron el pasodoble La Gracia de Dios, de Roig, y dos piezas muy contemporáneas que fueron incluso bailadas por el público y que provocaron grandes ovaciones: Queen In Concert y Abba Gold.
Tanto Rafael Martínez como Fernando Vázquez, los directores de las bandas visitantes, destacaron el gran valor de este tipo de encuentros no sólo en lo que a formación musical supone sino también en lo importante que ha sido para los pequeños la convivencia con otros niños de su edad, una convivencia que ha servido incluso para consolidar algunas vocaciones que se tambaleaban. Ambos directores agradecieron el trato familiar que habían recibido en Membrilla.
Rafael Ramírez, director de la banda juvenil local, también quiso agradecer a las dos bandas de Jaén el trato dispensado a los músicos de Membrilla en los encuentros previos en sus localidades. Dio las gracias al apoyo que este encuentro ha recibido por parte del Ayuntamiento y especialmente al trabajo que las familias de los músicos de Membrilla han realizado en la preparación de la jornada de convivencia en nuestra localidad.
Rafael Ramírez tuvo unas palabras de reconocimiento a músicos como Emilio Cano o Luis Ramírez, entre otros, que en un momento de sus vidas eligieron dar una vuelta de tuerca a la historia de la cultura en Membrilla y trabajaron por un proyecto musical que hoy está recogiendo sus frutos. El director valoró el auge que la música está teniendo actualmente en nuestra localidad en la que existen dos bandas de música y numerosas agrupaciones musicales de diferente índole.
En un gesto de agradecimiento por el apoyo recibido a lo largo del tiempo, Rafael Ramírez cedió el honor de dirigir la pieza conjunta final a su hermano Gustavo Ramírez, director titular de la banda "grande" de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano. Y más de cien pequeños artistas llenaron el quiosco de la música para regalar al público la pieza Valencia, de J. Padilla, como broche de oro a una intensa jornada marcada, sobre todo, por la sorprendente ejecución de unos niños y jóvenes de Jaén y Membrilla que están alcanzando cotas de madurez impecables en el mundo de la música.
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