El Coro Mansil Nahar y el grupo de teatro Vaya Cirio volvieron a los escenarios de Membrilla presentando “Coro de cine para dos”, un musical reinventado sobre la obra de Cristóbal del Río y construido sobre la partitura de las bandas sonoras que han marcado un hito imborrable en la historia del cine.
Como ellos mismos explicaban, no es la primera vez que actúan en nuestra localidad. Mansil Nahar ya nos había dejado serias muestras de lo que son capaces de hacer, tanto en escenarios sacros como profanos, a lo largo de una cuidada trayectoria musical muy vinculada a nuestra población. Y Vaya Cirio tuvo una genial carta de presentación no hace mucho con su hilarante “En pie de Guerra”.
En “Coro de cine para dos” ambas formaciones se presentan juntas ofreciendo al público de Membrilla un novedoso espectáculo en el que música y teatro se combinan de un modo ameno, divertido, entrañable, bajo la dirección escénica del propio Cristóbal del Río y con la dirección musical de Francisco José Román. En este montaje han contado además con la colaboración de grandes músicos solistas al piano, bajo, flauta, oboe, saxofón, batería, guitarra o violín y del apoyo audiovisual de las imágenes proyectadas a lo largo de la obra. El espectáculo se representará también el próximo 22 de diciembre, a las 20:30, en el Gran Teatro de Manzanares.
Cándido Sevilla y Mª Teresa Serna, Antonio e Inés, nos introducen en la vida cotidiana de un matrimonio cercano y sencillo que a lo largo de la obra irá desgranando los avatares humanos que rodean la convivencia, con sus luces y sus sombras, sus recuerdos y sus sueños.
La envolvente presencia del coro añadirá la magia de la nostalgia: un recorrido exhaustivo y evocador a lo largo de las composiciones musicales que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida y que tejen el entramado más íntimo de la memoria. Desde clásicos como Moon River o Somewhere over the rainbow hilvanados cuidadosamente en las voces magistrales del coro hasta la fuerza instrumental de las nuevas composiciones de los Piratas del Caribe; de las dramáticas notas del violín de La lista de Schindler al amor desenfrenado de los dos tenores en Unchained Melody. Y sobre todo, la fresca y vivaracha presencia del coro de voces blancas de Mansil Nahar poniendo música y baile a grandes composiciones de Disney o Rodgers destacando por su sensibilidad las piezas de Los chicos del Coro.
Con todo ello, el Coro Mansil Nahar y el grupo de teatro Vaya Cirio construyeron sobre el escenario no sólo el marco musical de la vida de los protagonistas, sino una evocación impecable de la banda sonora de nuestras propias vidas. Y en ese momento, justo cuando el espectador se sintió parte protagonista de esa banda sonora, el Coro de cine dejó de ser sólo para dos.