Cerca de 300 personas, socias, amigos y familiares, asistieron a la velada con la que la Asociación Afammer de Membrilla quiso celebrar el primer fin de curso caracterizado por la normalidad tras los dos años de suspensiones e incertidumbre provocados por la pandemia.
La Junta Directiva cerraba así el curso como un modo de agradecimiento por la colaboración de todas las socias a la hora de volver a esta normalidad, sumándose durante el último curso de modo masivo a todas las propuestas realizadas desde la Junta Directiva.
Las socias participaron en una merienda-cena en la que no pudo faltar el “brindis por la clausura del curso y actividades de este año que por fin se han podido realizar” y que estuvo amenizada por la Orquesta Samil.
La presidenta local de la Asociación, Pepi Serrano, recordó que “era una noche muy especial para esta celebración por todo lo vivido en estos dos años de pandemia, cómo hemos sobrevivido como asociación, y que el estar allí significa mucho para todos.”
Durante la fiesta se realizó una rifa con dos premios, un lienzo en tela de la imagen de Jesús Nazareno y una Comida de fin de semana para dos personas en los Desmontes.
Como fin de fiesta “disfrutamos de baile con el variado repertorio, pensado en todas las edades, que ofrece el grupo Samil, hasta que el cuerpo aguantó.”
“Fue una noche genial. Todas tenían muchas ganas de retomar esta fiesta fin de curso y desde la Junta Directiva también de ver a las socias así y allí.”