Lo mejor de cada casa, con la chirigota “La primera hostia nunca se olvida” fue la comparsa ganadora del concurso de Coplas y Chirigotas del Carnaval 2017 de Membrilla, un certamen que destacó por el crecimiento en el número de participantes y la gran afluencia de público que llenó hasta la bandera el Pabellón ferial del Espino en la noche del sábado. La entrada simbólica y solidaria (1€) reportó 1.300 euros para la causa de la Asociación de Discapacitados Santiago el Mayor de Membrilla.
Con la excusa de que este año no habrá Primeras Comuniones en Membrilla, los componentes de Lo mejor de cada casa se vistieron de niños y niñas de comunión para dar un hilarante espectáculo carnavalesco sobre el escenario en el que no faltó ni el cura, -aplaudido maestro de ceremonias-, ni los monaguillos ni la sufrida catequista. Todo ello sobre los textos de Ariax (Juan Arias), con el acompañamiento de sus grandes músicos a la guitarra y la percusión y con el hándicap de haber ensayado poco y por internet.
Juegos, ironías y equívocos en torno al sentido de la Primera Comunión; pasodobles entrañables al padre y más críticos a la pérdida del martes de lumbres y otros aspectos negativos del carnaval local; cuplés y popurrís que no olvidaron ni a Chenoa ni a los Pokemon ni las Black, completaron una actuación salpicada de constantes referencias evangélicas a conocidos vecinos de Membrilla.
Buen estreno para la Rondalla Marmaria en este certamen, en el que se alzaron con el segundo premio del jurado. Bajo el tema de Rondalla Gitana y el abrigo de su habitual cuerpo de cuerda, gitanos, gitanas y un tropel de churumbeles invadieron el escenario para desentrañar en formato estricto de copla las visitas de la población al recién adquirido Convento, el tema de la subida de la luz, los impuestos y las pensiones. Durante su actuación no faltaron referencias a la convulsa situación de los principales partidos políticos a nivel nacional ni de la Casa Real tras el Caso Noos y los devaneos del emérito. Todo acompañado por la gráfica escenificación de diferentes conceptos a cargo de un componente del cuerpo de baile, que no dejó de escapar la oportunidad de poner una guinda manchega a ritmo de castañuelas.
Cerraron la clasificación dos grupos habituales, que tienen en su palmarés el importante título de ser dos grandes puntales, sobre todo en los momentos más críticos, del certamen: las peñas Mamma Mía y El Biberón, tercer y cuarto puesto del concurso, respectivamente.
Mamma Mía, en su versión más hippie y chic, y acompañada por un animado trío de percusión, realizó un recorrido crítico por algunos temas de interés local, como la ausencia del doblar de las campanas (suplido por avisos de whatsapp) y Ferimel y su ajetreo de gorras y bolsas. Entre los temas frívolos no faltó Trump, la Cobra de Chenoa y la Pedroche e incluso una estampa irónica y divertida de la vida marital. Mamma mía no quiso dejar de lado la denuncia social propia de la chirigota dedicando una mirada al tema de la inmigración y a la violencia machista, en una composición muy acertada que levantó uno de los grandes aplausos de la noche.
La Peña El Biberón, arrastrando múltiples dificultades y obstáculos, no quiso perderse su cita coplera con el carnaval de Membrilla y se vistió con su traje de Reggaeton para cantar de nuevo al ritmo de percusión y pito de caña sobre los temas más candentes de la actualidad nacional: la factura de la luz, la licenciosa vida del rey Juan Carlos y los últimos avatares en las filas de Podemos. La actuación del Biberón incluía un alegato contra el maltrato a la mujer y una defensa a la libertad crítica de las coplas de Carnaval y a la denuncia que solo busca el bien general por encima de partidos e ideologías.