Las calles y casas de Membrilla temblaron en la tarde del martes 23 de febrero bajo los efectos del terremoto producido en la localidad albaceteña de Ossa de Montiel a las 17 horas y 16 minutos, hora peninsular. La sacudida, de algunos segundos y leve intensidad, no ha tenido mayores consecuencias al no producir daños materiales ni personales.
Según ha indicado el Instituto Geógrafico Nacional a través de sus cuentas de Facebook y twitter (su web se encuentra suspendida desde el suceso) el seísmo ha tenido una magnitud de 5,2 en la escala Richter, considerada como moderada-fuerte, y se ha localizado a unos 10 km de profundidad. La latitud ha sido 39.04 grados norte y la longitud 2.65 grados oeste. El instituto ha detectado dos réplicas posteriores: la primera a las 17,27, de 2,5 grados y localizada a 19 km de profundidad, y una segunda una hora después, de 3,1 grados cerca del primer seísmo.
El seísmo se ha notado sobre todo en el centro peninsular, principalmente en Castilla-la Mancha, Madrid y áreas de Andalucía, Valencia y Murcia.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, ha transmitido “un mensaje de tranquilidad”, destacando que “se han tomado todas las medidas complementarias que suelen acompañar a este tipo de sucesos”. Las localidades que podrían haber resultado más afectadas, según los simuladores empleados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), son Ossa de Montiel, Munera, Ruidera y El Bonillo. Tanto la Delegación como el 112 han informado de la ausencia de daños materiales ni personales. Al mismo tiempo, se ha emitido una alerta para estar pendiente en las próximas horas a posibles nuevas réplicas.
Se trata del terremoto más intenso en España desde el que tuvo lugar en la costa atlántica frente a Lalin (Pontevedra), en 2012, con una magnitud de 5,6 grados. El seismo ha tenido lugar en la misma falla del terremoto de Lorca (Murcia) que, en mayo de 2011, provocó 9 muertos, 324 heridos y numerosos daños materiales.