La celebración del Jueves de Comadre es el acontecimiento que dota al carnaval de Membrilla de una seña de identidad propia que le diferencia del resto de los carnavales de la comarca. Es también la fecha que da inicio a las celebraciones propias del carnaval en la localidad.
El Jueves de Comadre se celebra en Membrilla el jueves anterior a la fiesta oficial del carnaval y son dos los elementos que lo caracterizan: las gachas blancas y la máscara callejera.
Tradición entrañable es la de ir a casa de la madrina del bautizo a comer gachas blancas, aunque las peculiaridades culinarias de las nuevas generaciones hayan desvirtuado en gran medida esta tradición. Las gachas blancas tradicionales se elaboran con harina de trigo y agua, siendo complementos imprescindibles el azúcar, la “matalauva” y el chorrito de arrope.
Del mismo modo, era tradicional en nuestra localidad que durante el Jueves de Comadre las calles se viesen invadidas por las peculiares máscaras callejeras, verdaderas protagonistas de los carnavales del siglo XX en Membrilla. Vecinos y vecinas ataviados con trapos, trajes variopintos, colchas y otras prendas consiguen un disfraz divertido, multicolor, dispar y muy descoordinado que, acompañado por el típico antifaz, oculta identidades y genera la picaresca, el desenfado y el atrevimiento que permite el anonimato y la fiesta. Todo bajo la frase más popular de aquel carnaval de Membrilla: "Anda, anda, ¿a que no me conoces?"
Desde finales del siglo pasado, tres eran los actos más destacados de este día:
Primero, los sendos desfiles escolares en los dos colegios de la localidad, en los que profesores y alumnos derrochan imaginación y ternura confeccionando sus propios disfraces dentro de interesantes proyectos temáticos educativos. El sentido de la máscara callejera, aunque con contenido temático concreto, se deja ver en el desfile que los alumnos y profesores del Colegio San José de Calasanz realizan por las calles de Membrilla desde el centro educativo hasta la Plaza del Azafranal.
En segundo lugar, la popular costumbre adquirida por la Asociación de Amas de Casa de la localidad de potenciar esta tradición recorriendo las calles de la localidad en un divertido desfile de máscaras callejeras que, los últimos años, acababa en una pequeña fiesta en la Plaza del Azafranal. Sin embargo, esta costumbre desapareció, perdiendo el contenido del desfile y convirtiéndose primero en un punto de encuentro en la Plaza del Azafranal donde compartir dulces típicos de estas fechas ( los frutos de sartén) y, desde hace dos años, en una fiesta privada en la sede de la asociación.
Por último, el concurso de máscara callejera organizado por el Ayuntamiento de la localidad desde los años 90 con la intención de mantener viva esta tradición y que se celebra durante la noche del jueves recuperando, aunque sea a esas horas y encerrado en un pabellón, el espíritu de la máscara popular de la calle.