La lluvia de meteoros Perséidas, popularmente conocidas como 'Lágrimas de San Lorenzo', llegará a su máximo en la noche del martes al miércoles. Según los expertos, el fenómeno se podrá observar desde cualquier parte, aunque este año vaya acompañado de una Luna luminosa. Se aconseja encontrar un lugar oscuro, apartado de las ciudades, con una vista aérea abierta.
Las llamadas estrellas fugaces son pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. Cuando un cometa se acerca a las regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar y genera las características colas de polvo y gas.
La corriente de partículas resultante se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por La Tierra en su recorrido alrededor del Sol. Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.
En verano, la Tierra cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un periodo de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. La lluvia de meteoros que se produce suele tener su máxima actividad entre el 12 y 13 de agosto, aunque el fenómeno es apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio hasta finales de agosto. El nombre de Perséidas se debe a que su radiante se encuentra en la constelación de Perseo.