“Merece la pena, de vez en cuando, asomarse a nuestras propias vidas. Introducirse en nuestros recuerdos de la infancia, de juventud. Hacer un recorrido por etapas que cuestan recordar. Reencontrarse con las personas que sabemos que crecieron como nosotros y que han compartido experiencias similares. Hablar de las oportunidades que hemos dejado escapar o que hemos aprovechado.”
Sobre esta primera declaración de intenciones se ha gestado en Membrilla el homenaje que toda una generación de vecinos, los nacidos en 1964, han querido darse este mes de junio. Una iniciativa original que, partiendo de un pequeño grupo de estos ya “cincuentones”, ha congregado en torno a la idea a casi todos los integrantes de esta generación.
Parte de las actividades programadas para festejar esta entrada en los 50 se centró en una retrospectiva visual de este medio siglo de vida. La Generación 64 ha colaborado con la muestra fotográfica aportando más de medio millar de imágenes que además han querido compartir con el resto de los vecinos de dos modos: Uno, la publicación de algo más de un centenar en una página web que han creado para la ocasión: www.membrilla.com/1964, que ya ha recibido cerca de treinta mil visitas; otro, la exposición fotográfica que durante esta semana ha estado abierta en el local comercial de la Calle de Santiago y en la que se han reunido cerca de quinientas fotografías.
La muestra fotográfica, que cerró ayer noche, ha supuesto un autentico éxito de público durante toda la semana de apertura. Porque han sido cientos los vecinos que han querido asomarse a la Membrilla de los últimos cincuenta años, retratada en sus diferentes aspectos: sociales, laborales, culturales, deportivos… La infancia, los años en la escuela, las tardes interminables de fútbol en las eras, los amigos y los noviazgos, los quintos, las bodas, las fiestas…
Desde la organización se muestran satisfechos por la respuesta obtenida, tanto por parte de las personas que han contribuido con sus fotografías personales como por los que se han acercado a la exposición. Tanto es así, que incluso se barajaba la opción de buscar algunos días más de apertura.
Sobre las intenciones finales de esta muestra, declaraban que no se trataba sólo de ver fotos y conocer a este o aquél vecino, sino de provocar un encuentro y, sobre todo, una reflexión más profunda en torno a cómo ha crecido toda una generación de membrillatos: Con qué medios y con qué actitudes se han enfrentado a la vida, qué han buscado y cómo han luchado; y, tras cincuenta años, qué han conseguido y si esto se corresponde con lo que soñaban. Recuerdan que esta generación es un grupo de personas muy trabajador, especialmente apreciado en sus relaciones laborales, en el que se han gestado buenos empresarios. Una generación que creció bajo el miedo y la obediencia absoluta a los padres y que hoy son, a su vez, padres de una generación “diferente” de jóvenes.
Las actividades programadas se completan con una tertulia entre los miembros de la Generación 64 y una cena de convivencia y reencuentro.