En un sencillo acto, los familiares los recibieron los restos de manos de Alfonso Villalta en nombre de la asociación de familiares de represaliados en el penal de Valdenoceda (Burgos).
El domingo, 14 de abril, coincidiendo con la conmemoración de la proclamación de la II República Española de 1931, un grupo de familiares de Manuel Muñoz y simpatizantes de la república celebraron un acto homenaje a los represaliados del franquismo.
Después de unas palabras de recuerdo de parte de familiares, agradecieron a Alfonso Villalta el trabajo realizado y la atención prestada durante la investigación de identificación y localización del lugar de origen de los cadáveres exhumados en la fosa común del penal burgalés.
Por su parte, Alfonso Villalta dio lectura al testimonio de Ernesto, preso que dejó escrito las duras condiciones de la cárcel: “Recuerdo el hambre que pasábamos, hasta el punto de que en mis mejores sueños estaban protagonizados por algo tan simple como una barra de pan. ¿Cuánta hambre tiene que pasar un hombre para que sus mejores sueños sean un simple trozo de pan?”
Siguió Alfonso haciendo una reflexión sobre la nula importancia que algunas personan dan a estas acciones creyendo que no sirven de nada, que para qué o qué más da, incluyendo a los responsables políticos municipales que no han respondido a la invitación hecha para asistir al acto.
Para terminar indicó que se daba fin al viaje iniciado por Manuel hace más de 70 años. Este es el homenaje –continuó- que pone fin al castigo de todos aquellos que fueron leales a la República y de después perdedores de la guerra que debieron grabar con letras de sangre la culpa inmensa por las utopías que alguna vez se atrevieron a soñar.
Después, la familia de Manuel enterró sus restos junto con sus padres.
Por la documentación que han ido recabando durante los últimos años, de las 151 personas que fallecieron en el penal de Valdenoceda, 65 eran de Castilla-La Mancha y 59 de ellas de Ciudad Real, aunque no han podido averiguar la razón.
La mayoría de las exhumaciones que se han realizado, hasta recuperar restos de más de 120 cadáveres, se acometieron en 2007, aunque en este momento sigue pendiente la extracción de unos treinta cadáveres.
Se trata de personas que fueron enterradas en una zona que se incluyó después en una ampliación del cementerio de la localidad, por lo que tienen enterramientos superpuestos.
Aunque en los últimos años han ido recabando autorizaciones de los familiares de los fallecidos más recientes, para poder trasladarlos a la zona del cementerio que quedó libre al exhumar los restos de los muertos en el penal, les faltan varias de familiares que no han podido localizar, y han recibido una sola negativa.
Hasta ahora han logrado también identificar los restos de más de una veintena de los cadáveres que exhumaron en 2007 y se siguen realizando pruebas y comparaciones de ADN para intentar identificar al resto.