La imagen de San Antón regresaba este sábado 12 de enero a Membrilla tras el proceso de restauración al que ha sido sometido durante los últimos meses dado el estado de deterioro que presentaba la talla.
A hombros de los miembros de la Junta Directiva de su Hermandad, la imagen entraba en la Parroquia de Santiago el Mayor, donde permanecerá durante la próxima semana con motivo de la celebración de su fiesta, el 17 de enero, que se prolongará hasta el domingo 20. Después, la imagen volverá a su lugar de culto habitual: la capilla de Santiago en la ermita de Ntra. Sra. del Espino.
Con motivo de la restauración, el próximo día 17, durante el inicio del triduo religioso en su honor, la imagen será bendecida por el párroco Raúl López de Toro.
La Junta Directiva de la Hermandad de San Antón, presidida por David Villahermosa, ha considerado necesario llevar a cabo esta restauración para solventar los daños que el tiempo ha ido ocasionando sobre la talla. Recordemos que el culto a San Antón en la localidad siempre estuvo muy extendido y que la antigua talla, de un valor incalculable, fue quemada durante la guerra. La actual imagen de san Antón, adquirida tras la contienda, era una de las pocas imágenes locales que no había sido retocada aún. Con medio siglo de historia, la talla ha protagonizado numerosos traslados y desfiles procesionales bajo condiciones meteorológicas adversas, alguno bajo la lluvia. También sufría un notable desgaste la figura del “cochinillo” de san Antón, uno de los elementos más populares de la iconografía local por la costumbre infantil de tocar sus cascabeles.
En los Talleres de Arte Salmerón, de Socuéllamos, la talla ha sido sometida a un proceso de restauración de zonas deterioradas y a un nuevo policromado que ha remozado en gran medida la imagen, dándole un tono más natural a las carnaduras. Al tiempo, se ha oscurecido la policromía del cochinillo, con un collar de cascabeles también negro.
La actuación se ha completado con la restauración de las andas del santo, que presentan nueva policromía y dorado en sus relieves, destacando la cruz de Santiago en el friso inferior y, arriba, un nuevo símbolo, una cruz ansada (con la parte superior en forma de lazo).