Veintidos vecinos de la parroquia de Membrilla participaron el pasado fin de semana en la peregrinación organizada por la Diócesis de Ciudad Real hasta los lugares más emblemáticos de la vida de Santa Teresa de Jesús: los que fueron testigos de sus primeros y últimos pasos en su vida personal y religiosa. Así, los 68 peregrinos que componían el grupo diocesano pudieron impregnarse de la excepcional personalidad de la santa y acercarse de un modo más profundo al verdadero significado e importancia de su obra. Todo ello en un marco incomparable de convivencia y unidad entre viajeros procedentes de diferentes localidades de la provincia: Ciudad Real, Membrilla, Villarrubia, Moral de Calatrava, Villamanrique…
Santa Teresa de Jesús celebra este año el V Centenario de su nacimiento y tal como la definen en esta destacada efeméride “fue una mujer del siglo XVI que debatió con los sabios de la Iglesia y con la sociedad que la rodeaba y que alcanzó sus logros. Sin recursos, llevó a cabo la difícil empresa de la reforma de la Orden del Carmelo. Fundó 17 conventos en España, regidos por su forma de entender la vida espiritual, y produjo una ingente obra literaria que la convirtió en figura destacada entre los escritores del Siglo de Oro. Fue ella quien inició el movimiento de los llamados místicos en Europa y más tarde se convirtió en la patrona de todos los escritores en lengua española y en Doctora de la Iglesia”. Por todo ello, el propio Papa Francisco ha declarado como Año Jubilar Teresiano este centenario, que comprende desde el 15 de octubre de 2014 hasta el 15 de octubre de 2015.
El grupo de peregrinos llegó a Ávila, ciudad natal de Santa Teresa, donde realizaron una visita guiada siguiendo las huellas del paso de la mística por la ciudad: La Iglesia y Convento Museo de Santa Teresa, levantada sobre la casa natal de la que fue en el siglo Teresa de Cepeda y Ahumada, que alberga en su cripta el actual museo teresiano, los aposentos donde nació Teresa, la residencia del padre, “la huertecilla donde la santa hacía sus ermitas”…
El Monasterio de la Encarnación, fuera de las murallas, con la celda que ocupó Santa Teresa casi cuarenta años y uno de los lugares más importantes en su vida pues fue donde se gestó su gran obra reformadora del Carmelo.
Y el Convento de San José-Las Madres, primera fundación de la Santa, que recoge el ideal teresiano de la reforma e incluye espacios singulares como la celda de Teresa, la campana fundacional o la escalera del diablo, donde la religiosa se rompió su famoso brazo izquierdo.
Tras la comida de rigor, los peregrinos de Ciudad Real visitaron la Catedral, con especial atención a la Capilla de Santa Teresa que alberga la imagen de la Virgen de la Caridad, a la que se encomendó la santa cuando murió su madre, y una pintura sobre la visión de Teresa en esta capilla. También visitaron la bella Basílica de San Vicente, que en relación a la santa alberga en su cripta la imagen de la Virgen de Soterraña.
Tras las huellas de Santa Teresa en Salamanca y Alba de Tormes
La segunda jornada de la ajetreada e intensa peregrinación siguiendo las huellas de Santa Teresa se desarrolló en tierras salmantinas, ciudad a la que llegó la santa en 1570 y donde creó su séptima fundación. Sus huellas están vivas en su casa de la calle Crespo Roscón, lugar inspirador del célebre “vivo sin vivir en mí”; o en la propia Universidad, que la nombró Doctora Honoris Causa, el primer reconocimiento otorgado por la Universidad a una mujer. Los viajeros disfrutaron de una visita guiada por la Plaza Mayor, con el medallón dedicado a la santa; las Catedrales y su Capilla de Santa Teresa en la iglesia nueva; el Convento de San Esteban, en el que la santa obtuvo la ayuda de los dominicos durante su estancia en la ciudad y que conserva el confesionario al que acudía Santa Teresa...
Y la tarde, en Alba de Tormes, donde Teresa de Jesús fundó el Convento de la Anunciación en 1571 y lugar teresiano privilegiado pues fue donde falleció el 15 de octubre de 1582 y donde hoy puede venerarse su sepultura en el altar mayor, que guarda los restos de su cuerpo, y sus reliquias más emblemáticas, como el corazón o su brazo izquierdo, que pueden venerarse en la zona anexa del Museo y la sala y Celda de Santa Teresa. Además de documentos de gran valor como sus Bulas de Beatificación (Paulo V, 1614) y Canonización (Gregorio XV, 1622). Una visita que impresionó a los viajeros de Membrilla y les llegó al corazón de manera especial y en la que destacó una anécdota singular: En la fotografía realizada por nuestros peregrinos al corazón de Santa Teresa puede apreciarse la imagen de la propia santa con el bonete de Doctora, sin que hubiese cerca ninguna imagen que pudiese ocasionar el curioso reflejo.
Los peregrinos manchegos completaron su itinerario teresiano visitando el Castillo de los Duques de Alba, familia muy vinculada a la vida y al culto de Santa Teresa, y la Basílica de Alba de Tormes dedicada a la Santa y actualmente en construcción, donde durante este año puede verse la exposición de Las Edades del Hombre bajo el título general de 'Teresa de Jesús, maestra de oración’, una selección de 61 piezas de destacado valor artístico dedicadas a la figura de la santa y su glorificación, subrayando su faceta como Hija de la Iglesia y peregrina de la mística, que dejó un importante legado en el ámbito religioso.