Miles de vecinos participaron este pasado domingo en los actos con los que se clausuraba la celebración del 75 Aniversario de la llegada de las imágenes de Jesús Nazareno y la Soledad,  organizados por la Hermandad de Jesús Nazareno y la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad y Stma. Virgen de la Esperanza, en una mañana de gran emotividad y sentimiento.

En un templo parroquial abarrotado de fieles hasta las mismas puertas de entrada, y con las dos imágenes titulares presidiendo el Altar Mayor, el párroco Raúl López de Toro ofició la misa solemne del Aniversario, plasmando el verdadero sentido de esta celebración en una homilía que sirvió de reconocimiento, de memoria y de reafirmación de fe cristiana en nuestra sociedad y sobre todo en el seno de las cofradías. Homilía de gran valor -que reproducimos en estas páginas- que concluyó con un mensaje-balance final: “Ha sido un acierto hacer este acto de memoria y de agradecimiento y hacerlo de esta manera, como homenaje a todos los que lo hicieron posible entonces y lo han mantenido hasta ahora. Han salido a la luz documentos desconocidos. Han sido unos días, meses para los que lo han preparado, de mucho trabajo pero también de mucha bendición. Días de verdadera hermandad y comunión entre estas dos juntas. Días de caridad y de oración.”

Respecto a la Misa Solemne, destacar la participación en ella de Marcos Nájera, de 28 años, organista de la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. de Valdepeñas. Gracias a él y a su implicación generosa ha vuelto a escucharse al Coro Parroquial acompañado del órgano de la iglesia, que llevaba cuatro meses sin oírse en las celebraciones del templo, lo que ha contribuido a solemnizar magistralmente la celebración del 75 Aniversario. Marcos Nájera colabora además con el organista de la Basílica de Jesús de Medinaceli en Madrid y ha tocado órganos históricos como el de Torre de Juan Abad.

Procesión extraordinaria

Tras la Eucaristía, tuvo lugar el desfile procesional de las imágenes de Jesús Nazareno y de Ntra. Sra. de la Soledad por las calles de Membrilla. La talla de Jesús, sobre su paso, vistiendo la túnica de 1920, salvada de los destrozos de la guerra, que llevó en sus primeros desfiles procesionales a su llegada a nuestra población. Sobre los hombros, la cruz original que trajo en 1940 desde el taller de Vicente Tena en Valencia. La talla de Ntra. Sra. de la Soledad marchó portada por varios relevos en unas sencillas andas de madera, en homenaje y recuerdo a cómo lo hizo a su llegada a Membrilla, recuperando la costumbre previa a la guerra.

Abrió el cortejo la banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno, la agrupación musical de la Hermandad de Jesús Nazareno, que interpretó en su recorrido marchas como Bendición, de J.M. Fdez. Carranza;  Bulería en San Román, de J. Pavón o Cristo del Amor, de Alberto Escámez.

Precedieron el paso de las dos imágenes titulares los estandartes y emblemas de sus respectivas hermandades, acompañados por todas las hermandades, cofradías y grupos de oración de la parroquia que quisieron de este modo apoyar y sumarse a esta celebración. Las cofradías de Membrilla se vieron también arropadas con la presencia de varias hermandades amigas llegadas desde diferentes puntos de la provincia: Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Palma, de Valdepeñas; Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad, de Ciudad Real; Hermandad de Ntra. Sra. de la Esperanza, de Ciudad Real; Hermandad del Santo Entierro y Virgen de la Soledad, de Manzanares; Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, de Daimiel; Hermandad de Ntro. Padre Jesús del Perdón, de Manzanares; y Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, de Moral de Calatrava.

Numerosos fieles y miembros de las juntas directivas del Nazareno y la Soledad acompañaron en su desfile a las imágenes titulares, que recorrieron en esta procesión extraordinaria las calles Iglesia, Castillo del Tocón, García Lorca, Plaza del Azafranal y Cervantes para retomar de nuevo la calle iglesia en su camino de regreso al templo parroquial.

Acompañó musicalmente a Ntra. Sra. de la Soledad la Asociación Musical Maestro Emilio Cano, que interpretó piezas como Luz en la Soledad y Hosanna in Excelsis, ambas de Oscar Navarro o La Madrugá, de Abel Moreno.

La jornada matinal terminó con una multitudinaria comida de fraternidad a base de migas manchegas para todos los participantes en la procesión, hermanos y vecinos en general, preparada por las dos hermandades organizadoras en el Pabellón del Espino con la ayuda impagable de los que mejor saben cocinar estos platos: los mayores de la localidad.

Un cierre de hermandad para un acontecimiento especial que se ha saldado con una valoración muy positiva, tanto por el acierto en la selección de los actos como en la buena acogida que han tenido por parte de los vecinos durante la semana de celebración, con una participación masiva en cultos y conferencias. Y todo fruto de un gran trabajo de meses realizado desde las dos hermandades organizadoras, con la colaboración de la parroquia.